BARCELONA 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
La escritora y abogada argelina Wassyla Tamzali, estandarte del feminismo y el laicismo, alerta de la islamización de su país natal, y en especial de la mujer, en su libro 'Mi tierra argelina. Una mujer entre la revolución y la guerra civil' (Saga Editorial), en el que repasa a la historia de este país del sur del Mediterráneo desde su prisma testimonial.
"En Argelia se está imponiendo una nueva tradición cada vez más islamizada, que tiende hacia un modelo más salafista y se basa en el dominio absoluto a la mujer", ha explicado Tamzali (Argelia, 1941) en una entrevista a Europa Press, coincidiendo con la presentación de su trabajo en Barcelona.
Para la autora, que desde 1996 dirige el programa de la Unesco para la promoción de las mujeres del Mediterráneo, el actual sistema de organización en Argelia es muy simple: "El estado domina al hombre y a su vez éste domina a la mujer, el último eslabón".
Tamzali, que en su nuevo libro destaca la necesidad de romper este sistema dominante, ha recordado que "no puede haber feminismo sin libertad política", por lo que ha constatado la necesidad de cambios políticos que permitan a las mujeres acabar con su actual situación.
"Su fragilidad les hace dependientes de los hombres, lo que inconscientemente les hace perpetuar el estatus de dominio masculino", ha añadido.
Su última obra ha sido concebida precisamente bajo la premisa de la libertad, de ruptura con el sistema arcaico, "una utopía que parecía posible tras lograr la independencia en 1962 pero que se ha demostrado frustrada".
"Las leyes no han evolucionado desde entonces y las mujeres aún deben pedir permiso a sus hijos para hacer según qué cosas", ha lamentado Tamzali.
TESTIGO EN PRIMERA PERSONA
Para describir la evolución política y social de Argelia, Tamzali se transforma en testigo histórico, narrando en primera persona sus vivencias a partir de un momento clave para su vida: el asesinato de su padre en 1957, cuando contaba con 15 años.
"Al terminar de escribir el libro me di cuenta de que acababa de enterrar a mi padre", ha explicado, recordando que fue asesinado por un joven activista del Fondo de Liberación Nacional (FNL), en el que él mismo militaba, y cuya muerte se ha convertido en la razón de ser de su último trabajo.
Tamzil ha recordado que obligaron a toda su familia a callar la muerte de su padre, un silencio que se ha repetido en muchas familias, "lo que ha condenado a Argelia a no poder pasar página tras la guerra civil".
"Hay muchas cosas de las que no se ha hablado y gran parte de la historia ha sido falsificada", ha lamentado, explicando que ha vuelto a vivir a Argelia para, entre otras cosas, tratar de entender por qué asesinaron a su padre.
COMPRAR LA PAZ SOCIAL
Tamzil también ha asegurado que cuando el gobierno argelino detectó las revueltas árabes optó por multiplicar los sueldos y las pensiones: "Compró la paz social", ha sentenciado.
Por ello, la primavera árabe no ha eclosionado en Argelia, aunque "sí ha habido manifestaciones contra el sistema dominante", poniendo como ejemplo la quema de velos islámicos por parte de centenares de mujeres argelinas el pasado 5 de julio, coincidiendo con la Fiesta de la Independencia.
Para la autora, la mejor receta para romper con la islamización de Argelia se halla en la educación: "Yo instauraría la educación obligatoria desde los 7 a los 90 años", ha bromeado.