BARCELONA 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los estafadores que abusan económicamente de ancianos dementes usan el poder general notarial como instrumento para disponer de la capacidad legal para realizar "cualquier tipo de actos de disposición", desde sacar dinero del banco a poner inmuebles a su nombre.
En una entrevista de Europa Press el presidente de la Comisión en Defensa de los derechos de los ancianos del Colegio de Abogados de Barcelona (Icab), Jordi Muñoz, ha explicado que es un recurso habitual en los delitos económicos contra ancianos y que con apenas los 80 o 90 euros que cuesta este documento con el que pueden actuar a nombre de los mayores.
"Un poder notarial está muy bien si lo usas con buena fe y en beneficio de la persona. El problema es quien hace un mal uso de esto, porque entonces ya no necesitas al anciano, el anciano ya ha cedido el poder", por lo que a partir de ese momento el estafador tiene la potestad para hacer cualquier tipo de operación, ha manifestado Muñoz.
El conflicto se encuentra en que los abusadores se aprovechan de la incapacidad mental de algunos ancianos, lo que a veces pasa por alto a los notarios: "Tampoco pueden estar dudando de todo y no tienen las herramientas para detectarlo ni para confirmarlo", ha apuntado Muñoz.
Fuentes del Colegio de Notarios de Catalunya han indicado a Europa Press que sus profesionales intentan "por todos los medios" que no se produzcan estos abusos y que en caso de duda sobre la situación mental de los clientes, trasladan el caso a médicos, si bien no hay ningún protocolo de actuación.
Ello, sin embargo, no tiene las "garantías" de una incapacitación judicial --puede ser total o parcial--, dado que en esta circunstancia es el juez quien debe dictar sentencia, la Fiscalía puede oponerse a la incapacitación y un médico forense evalúa el estado mental de la persona, quien puede disponer de un abogado que defienda sus intereses.
De hecho, según Muñoz, la incapacitación es una "protección" para el mayor a quien se le asigna un tutor que tiene que estar sometido a un severo control judicial y no puede operar al margen, es decir, si por ejemplo quiere vender un inmueble propiedad del anciano, debe pedir autorización al juez.
EL PERFIL DEL ESTAFADOR
El estafador prototípico prepara tanto el escenario psicológico como el jurídico, ya que además de ganarse la confianza ciega de la víctima y aprovecharse de su senilidad, suele ser una persona que acostumbra a tener información legal para actuar, es decir, conoce la fuerza del poder notarial.
Según Muñoz, puede tratarse tanto de cuidadores --extranjeros o autóctonos--, familiares --hijos o nietos-- e incluso vecinos y gente próxima por determinadas circunstancias que se aprovechan de la soledad de la gente mayor y de la falta de comunicación para ganarse su confianza.
En general los abusos económicos se traducen penalmente en delitos de estafa --productos bancarios y seguros fraudulentos o contratos con compañías de gas y telefónicas--, y en delitos de apropiación indebida como aprovechamiento de propiedades o importantes salidas de dinero.