LLEIDA 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha condenado a la Generalitat a indemnizar con 118.240,39 euros a la viuda y los cuatro hijos de un pescador deportivo que se electrocutó con un cable de alta tensión al pescar en el pantano de Utxesa, en la comarca del Segrià (Lleida).
Según la sentencia de la Sección Cuarta, el 26 de mayo de 2007 el pescador acudió a practicar pesca deportiva al pantano de Utxesa, se colocó en una zona en la que estaba permitida la actividad y, al lanzar la caña, ésta tocó con la punta en un cable de alta tensión que pasaba por encima "produciéndose el fatal accidente".
El fallecido y sus compañeros de pesca habían adquirido los tickets para pescar en el coto de pesca como hacían habitualmente, emitidos por la entonces Conselleria de Medio Ambiente y la Sociedad de Pesca Deportiva, como entidad colaboradora de la gestión del coto.
Según el tribunal "es un hecho incuestionable que la víctima estaba practicando la pesca en una zona del coto señalizada para ello" y que recibió una descarga de electricidad al entrar su caña en contacto con los cables, lo que demuestra que el lugar no era idóneo para este deporte.
"La causa determinante del accidente fue la existencia de los cables de alta tensión preexistentes en el coto y la defectuosa señalización, por lo que sí concurren todos los presupuestos que permiten imputar a la Administración la responsabilidad patrimonial", zanja el TSJC.
POSTURA DE LAS PARTES
La Generalitat se opuso a la demanda porque aseguraba que las zonas de pesca controlada las gestiona la Federación Catalana de Pesca Deportiva, por lo que la responsabilidad de la vigilancia recae en esta entidad, y adujo que hubo "culpa de la víctima" porque los cables de alta tensión eran absolutamente visibles.
Respecto a la señalización del lugar, la Generalitat puntualizó que las señales "tienen la finalidad de indicar los puntos del pantano donde no hay cañas y son adecuados para pescar permitiendo que los peces se acerquen, haciendo la pesca viable", pero consideró que la víctima no la interpretó correctamente porque no daba luz verde al uso de todo tipo de cañas de pescar, también las más largas.
Por su parte, la Federación Catalana de Pesca Deportiva alegó que no vendió ningún ticket de pesca a la víctima, que el fallecido se situó en una zona guiado por un vecino que nada tenía que ver con ellos, y achacó la culpa al pescador porque era un experto y no era la primera vez que acudía al pantano.