BARCELONA 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
El viceprimer secretario del PSC, Miquel Iceta, y el ex presidente del PNV y actualmente presidente de Petronor, Josu Jon Imaz, coincidieron hoy en apreciar a lentidud con la que evolucionan los partidos políticos españoles para adaptar su estructura con la sociedad actual e Internet. Ambos destacaron que los partidos se caracterizan en España por una estructura piramidal y rígida, frente a la nodal y policéntrica que caracteriza no sólo Internet, sino la sociedad postmoderna.
"La red está más adaptada a candidatos unipersonales que a partidos", expresó Imaz durante su intervención en un foro sobre la sociedad red que celebró hoy en Barcelona el centro Ernest Lluch de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo (UIMP). Imaz aseguró que las formaciones lograrán transformarse y adaptar sus estructuras jerárquicas al actual contexto, pero lo harán "a base de golpes y desafecciones" ya que quien tiene el poder, "no está dispuesto a cederlo sin más".
Iceta expresó su "escepticismo" en la "velocidad" en la que los partidos se adaptarán a este contexto, el propio de una sociedad "policéntrica" y en red. Dijo que su partido, el PSC, "ha debatido sobre el uso de las nuevas tecnologías" y las ha incorporado pero que, en cambio, "la cultura organizativa interna no ha avanzado" y aseguró que ello se hará no desde arriba, sino desde las bases.
EL PRECEDENTE ESPAÑOL: BORRELL
Iceta sostuvo que el precedente español de estos cambios fue en 1998, cuando en las primarias que celebró el PSOE para elegir su candidato a las elecciones generales, ganó Josep Borrell "contra pronóstico", frente al candidato del aparato del partido, el ex secretario general Joaquín Almunia.
Aseguró que el ejemplo de las primarias del PSOE demuestra que los cambios en los partidos "no vendrá desde arriba", sino que lo posibilitarán "movimientos de fuera y dentro hasta que los hagan inevitables". Así, en un futuro los partidos dejarán de tener una estructura piramidal y fuertemente jerarquizada, para pasar a articularse como un "nodo" y serán más "porosos".
Por su parte, Imaz aseguró que las administraciones públicas están haciendo desde los últimos años un esfuerzo para adaptarse en este contexto y prueba de ello, aseguró, son iniciativas como la firma electrónica.
EL FENÓMENO 'OBAMA'
Ambos ponentes tuvieron palabras para el revulsivo que ha supuesto a nivel político la campaña electoral del candidato a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Demócrata, Barack Obama.
"Es el primer candidato de la era Internet", dijo Imaz, puesto que "pone la tecnología al servicio de una red". Así, la campaña de Obama permite a los internautas que, a través de sus espacios en la red --sus páginas web, su blog o sus perfiles en MySpace o en el Facebook-- puedan hacer propaganda política y, al mismo tiempo, instar a recaudar fondos a favor de la candidatura.
Por ello, Imaz hizo el símil y consideró que, al igual que los expresidentes de los EUA Franklin D.Roosevelt y John F. Kennedy sacaron el máximo partido a la radio y a la televisión respectivamente, lo mismo ha hecho Obama con la red.
PROBLEMAS DE LEGITIMIDAD
Iceta manifestó que la política y la toma de decisiones basadas exclusivamente por Internet tienen "problemas de legitimidad democrática". Primeramente, por la existencia de la "brecha digital", ya que no todos los colectivos tienen acceso a la red, por dificultades de formación, clase social, poder adquisitivo o nivel social y cultural.
Puso un ejemplo sobre los problemas de legitimidad en un caso concreto: la consulta que plantea el Ayuntamiento de Barcelona coincidiendo con la reforma del tramo central de la avenida Diagonal, con el enlace de la red del Trambaix y la del Trambesòs. Por ello, lanzó la siguiente pregunta: "¿Quién debe participar? ¿Los que viven en la Diagonal, los que también viven en las calles adyacentes, todos los ciudadanos de Barcelona o los usuarios?".
El dirigente del PSC consideró que la red es un buen espacio para la "deliberación" y la "participación", pero hay que velar la "alfabetización digital" de la población y la universalidad y la libertad de acceso, para evitar esta brecha digital.
También hay que procurar la "veracidad" de los contenidos, por lo que abogó por la "autorregulación", puesto que las propias características de Internet reflejan que "cada vez es más difícil la existencia de una autoridad universalmente reconocida que haga de filtro".
Para Iceta, Internet facilita la participación política, lo que permite recuperar el ideal de democracia de la 'polis' ateniense, aunque hay que evitar, además de la brecha digital, el "aislamiento comunitarista" y que las grandes corporaciones multinacionales dominen el espacio red.
"La red estimula el contraste, la crítica y rompe fronteras, y lo hace de forma cooperativa, ya que el individuo no forma parte de una masa amorfa", aseguró Iceta, que fue el primer político catalán que contó con web propia en el año 1997, y también el primero con blog, que empezó a escribir en el año 2003.
Según Iceta, con Internet no son posibles conceptos como el "nacionalismo, la soberanía y la independencia digitales" pero sí el de "federalismo digital", ya que esto implica una idea de "pacto" y "fraternidad" entre los miembros de la comunidad.
EL ESTADO NACIÓN, INSUFICIENTE
Tanto Imaz como Iceta apreciaron que el modelo de estado-nación, el que se configuró en Europa después de la paz de Wesftalia --la que puso fin a las guerras de religión entre católicos y protestantes en 1648-- se ha quedado demasiado grande o demasiado pequeño para afrontar los retos actuales.
Imaz recordó que él es "muy crítico" con el estado nación "desde la perspectiva de las identidades minoritarias", pero aseguró que dicho modelo "tiene virtudes", que es que el Estado "aseguraba la seguridad y la solidaridad".
En este sentido, Imaz mostró su oposición a que una sociedad red abogue únicamente por el valor de la libertad y descuide otros valores como la solidaridad --entendida como sinónimo de la cohesión social-- y la seguridad. "No apuesto por un mundo libertario porque a mi me puede ir muy bien" pero al "20% de la población" que tiene dificultades socioeconómicas, le ocurre lo contrario, lo que ello genera una sensación de "carencia de seguridad", algo que según la historia, es el germen de los regímenes autoritarios.
Según Imaz, la sociedad red implica pasar de un mundo configurado "radialmente" por otro basado en "mallas y redes", donde además de los tradicionales focos donde se concentra el desarrollo --Unión Europea, América del Norte y Japón-- aparecen otros, como China, India, Brasil, Indonesia y Rusia.
De ahí que, en este escenario, el estado-nación se quede pequeño, ya que este tenía como base el "territorio", un concepto que la red no contempla, puesto que carece de fronteras y es universal. Prueba de los cambios que implica todo ello en el sistema político es la configuración de "espacios frontera": lo que es lo mismo, ámbitos de cooperación entre administraciones situadas en Estados distintos.
"Pasamos de las dos dimensiones --el Estado-nación-- a las tres dimensiones", dijo Imaz, quien consideró que en estos tiempos, el paradigma que los define es la "incertidumbre". Pese a ello, la sociedad red tiene "amenazas y oportunidades", y dijo que "las identidades minorizadas, si apuestan por la red, pueden ganar".