Inaugurado el nuevo puente entre Sant Jaume d'Enveja y Deltebre, vieja reivindicación de la zona

Actualizado: jueves, 30 septiembre 2010 18:49

TARRAGONA 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Generalitat, José Montilla, ha cerrado esta mañana una vieja reivindicación histórica de las Terre de l'Ebre, en el sur de Tarragona, con el acto oficial de puesta en servicio del nuevo puente sobre el Ebre, conocido como 'Lo Passador', que conecta directamente las poblaciones de Deltebre y Sant Jaume d'Enveja.

El nuevo puente, de 250 metros de longitud y una anchura de 19,3 metros, permite ahorrar un recorrido de 20 kilómetros a través de la N-340, atravesando Amposta, que hasta ahora era la única vía terrestre.

El nuevo puente se convierte en una alternativa al paso en trasbordador a través del río, una conexión que requería el pago de un peaje.

El presidente ha afirmado que el renovado puente "articula y comunica debidamente el territorio, y es coherente con la voluntad de vencer viejos desequilibrios, otro gran objetivo de este Govern".

Montilla ha destacado también la relevancia que la apertura de esta vía supondrá en "la interconexión a gran escala en un contexto europeo, a partir de la construcción del eje mediterráneo, impulsando la conexión en ancho ferroviario del tramo entre Castellón y Tarragona".

Asimismo, ha señalado la necesidad de una autovía de gran capacidad que recorra este mismo eje, lo que supondría "un factor de competitividad y un revulsivo para el desarrollo económico que debe potenciar este territorio".

La construcción de 'Lo Passador', largamente reclamada por los ciudadanos de la zona, ha supuesto una inversión de 17,9 millones de euros.

Al acto institucional también han asistido el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, y los alcaldes de Sant Jaume d'Enveja, Joan Castor, y Deltebre, Gervasi Aspa.

En el diseño, método constructivo y ejecución del nuevo puente se han tenido muy en cuenta los valores naturales y paisajísticos del río, con el máximo cuidado por integrar la estructura en el entorno y minimizar el impacto de las obras.

Además de la mejora en las conexiones y la movilidad, la Generalitat ha concebido el nuevo puente como una obra singular, para lo que convocó un concurso de ideas en el que fue elegido el proyecto presentado por Diego Cobo y Jiri Strasky, especialistas en puentes suspendidos.

La idea es que el puente invite también al paseo y al uso ciudadano con dos espacios bien diferenciados: uno para los vehículos y otro para los peatones y ciclistas.

Además de la construcción del puente, las obras han incluido los viales de conexión urbanización de todo el entorno.