MADRID 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha asegurado que no tiene entre sus prioridades relevar a Pere Navarro como director de Tráfico y ha asegurado que si "en un determinado momento" decide hacerlo "no será por haber realizado una mala gestión".
"Cada día tiene su afán y entre mis principales preocupaciones no está esa", ha subrayado el titular de Interior, al ser preguntado por si va a mantener a Pere Navarro al frente de la Dirección General de Tráfico (DGT) en una rueda de prensa posterior al encuentro que ha mantenido con el conseller de Interior de la Generalitat, Felip Puig.
Díaz ha asegurado que conoce "muy bien" al Director General de Tráfico y ha vuelto a resaltar, como ya hizo en su toma de posesión, los buenos resultados logrados por Navarro al frente de la DGT.
En este sentido, ha destacado que en caso de que con el tiempo decida relevar a Navarro de sus funciones, "no será por incapacidad o por haber realizado una mala gestión", sino porque nadie es "indispensable ni imprescindible".
"Cada día tiene su afán y, en estos momentos, entre mis prioridades no está esa, lo que no quiere decir que yo me reserve el derecho de en un momento determinado a lo mejor con el tiempo relevar a esa persona como se han relevado a otras de sus funciones. Que no será por incapacidad o por haber realizado una mala gestión, sino en todo caso porque nadie somos indispensables ni imprescindibles", ha subrayado.
La DGT no ha dejado de trabajar con el cambio del Ejecutivo y, a la espera de saber si el Gobierno confirma en su cargo o sustituye al director de Tráfico, Pere Navarro, el organismo continúa trabajando en proyectos que habían quedado pendientes en la anterior legislatura.
Así, fuentes de la DGT han señalado a Europa Press que Navarro ha dado instrucciones dentro de la dirección general para que el organismo no se quede parado y, tras la vuelta de vacaciones de Navidad, se han reanudado las reuniones con distintas asociaciones del sector para ir zanjando proyectos pendientes.
La inclusión en el Real Decreto del 30 de diciembre por el que se estableció la estructura orgánica básica de los departamentos ministeriales de un apartado en la disposición adicional cuarta en la que eximía al director de Tráfico de tener que ostentar la condición de funcionario, provocó los rumores sobre la inminente marcha de Navarro, perteneciente al Cuerpo Superior de Inspectores de Trabajo.
En ese Real Decreto, el Gobierno justificaba que la DGT tiene "un carácter transversal a la sociedad y a la economía del país en su conjunto, lo cual justifica que su titular no haya, necesariamente, de ostentar la condición de funcionario público" y señalaba que es el sector privado el que "pone a disposición del Ministerio del Interior una experiencia y unos conocimientos complementarios a los que se dan en el sector público, fundamentales para dar un nuevo impulso y nuevas perspectivas a su actividad".
No obstante, el reconocimiento del ministro de Interior en su toma de posesión a los "magníficos" datos logrados en materia de seguridad vial por el actual director de Tráfico bajo cuya gestión se ha logrado en 2011 que "por primera vez en 50 años se haya bajado de los 1.500 fallecidos en carreteras", ha hecho pensar a algunas asociaciones y empresas del sector que el Gobierno decida mantener a Navarro al frente de la DGT.
En total, 1.479 personas perdieron la vida en las carreteras españolas en 2011, lo que supone 250 menos (14,5 por ciento) que en 2010. En estos últimos diez años, se ha conseguido disminuir el número de muertos en accidentes de tráfico un 55 por ciento, desde las 5.517 víctimas mortales de 2001 hasta los 2.478 fallecidos en 2010.
Esta mejora ha llevado a España de estar a la cola en el ranking de países de la Unión Europea con menos accidentes a colocarse en el cuarto puesto de la lista de estados en donde más se ha mejorado la seguridad en las carreteras, según el informe PIN del Consejo Europeo para la Seguridad en el Transporte (ETSC).
La limitación a 90 km/h en todas las carreteras secundarias(actualmente el límite en las carreteras secundarias es de 90 o 100 km/h en función del ancho del arcén), la reducción a 30 km/h de la velocidad en las calles de las ciudades que tengan un único carril por sentido o la conducción acompañada, son algunas de las medidas que están pendientes desde la anterior legislatura.