BARCELONA 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha afirmado este miércoles que hubo una "radical oposición" a reconocer el hecho diferencial catalán durante la Transición y no en el caso del País Vasco, lo que ha derivado años después en un malestar en el funcionamiento del sistema autonómico español, y no solo en el caso de Catalunya.
En su editorial semanal del Centro d'Estudis Jordi Pujol recogido por Europa Press, ha asegurado que desde Catalunya se reclamó este reconocimiento pero que no fue posible conseguirlo: "¿Falló alguien o alguna cosa? ¿O el caso catalán tiene para España un significado diferente del vasco? Seguramente".
Así, ha lamentado que durante la Transición no se consiguiera un reconocimiento claro y limpio del hecho diferencial catalán frente a la "buena solución" encontrado para el caso vasco que, a su juicio, ha tenido efectos beneficiosos sobre el conjunto del Estado, pese a su complejidad y los momentos graves que ha vivido en el pasado, alguno de los cuales aún pervive.
"Dentro del lío institucional que hay en el Estado, el País Vasco es como una excepción positiva. Funciona bien y hay poca o muy poca tensión con el Estado", ha destacado Pujol, tras incidir que desde Catalunya hay que alegrarse por ello y felicitarles.
Sin embargo, ha puntualizado que en el caso de Catalunya han fracasado los esfuerzos llevados a cabo para encontrar encaje dentro de España sin dejar de afirmar su personalidad y autogobierno, hasta el punto de que "muy buena parte de los catalanes han cambiado de orientación y se han convertido en independentistas".
SITUACIÓN "MUY CONFLICTIVA"
Para Pujol, el rechazo al carácter propio de Catalunya ha provocado actualmente una situación "muy conflictiva" que, en su opinión, desde España se quiere resolver con ahogo financiero, reduciendo competencias y presionando en contra de la identidad catalana.
Esta actitud del Estado, ha advertido, tiene efectivos negativos sobre Catalunya, sobre el Estado autonómico y sobre toda España, y crea también un "recelo constante" para no ser menos que los catalanes por parte del resto de territorios.
Por ello, ha asegurado que el sistema autonómico está "mal construido y basado en comparaciones que llegan a ser malsanas, y casi siempre referidas a Catalunya".
También ha defendido que si Catalunya y el País Vasco pidieron la autonomía fue por "conciencia histórica, por un fuerte sentimiento de identidad y por un sentimiento colectivo profundo que reclamaba poder llevar a cabo un proyecto propio de país".
"Todo esto no se daba en el resto del Estado, ni ahora se da de la misma manera", ha concluido el expresidente de la Generalitat.