Un libro desvela la arquitectura del Palau Güell y las costumbres de la familia

Presentación de "El Palau Güell: una obra mestra d'Antoni Gaudí".
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 15 abril 2013 16:03

BARCELONA 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

'El Palau Güell: Una obra mestra d'Antoni Gaudí', del arquitecto Antoni González y la historiadora del arte Raquel Lacuesta con fotografías de Montserrat Baldomà, revela la arquitectura del espacio, así como las costumbres familiares de sus habitantes.

Alejándose de las interpretaciones místicas y esotéricas que proliferan sobre la obra del famoso arquitecto, González apunta que su descripción ha sido meramente literaria y fotográfica, y que el libro "forma parte de la restauración, tiene la misma intención".

El Palau Güell es uno de los primeros encargos que Gaudí recibió en su prolífica carrera arquitectónica de manos del industrial, político y mecenas catalán Eusebi Güell, que pretendía construir este peculiar palacio urbano como ampliación de la casa familiar que poseía en La Rambla de Barcelona.

Construida entre 1886 y 1890, la obra es un magnífico ejemplo de la arquitectura doméstica en el contexto del modernismo por su funcionalidad y adaptación a las necesidades de la intensa vida social y cultural de la familia Güell y López, que residió allí hasta su traslado al Parc Güell.

"Es la primera vez que alguien entra con tanta profundidad en el palau, sorprenderá todo", ha avanzado González sobre el contenido de la publicación, que describe desde los espacios interiores del edificio hasta el uso privado que hacían sus habitantes.

Lacuesta ha subrayado que pretendían desentrañar cómo vivían el matrimonio Güell, sus diez hijos y otros familiares, además del personal, en una residencia de limitadas proporciones que rompió con los estilos arquitectónicos imperantes hasta la época y que se alzó en un punto de la ciudad, la zona aledaña a La Rambla, que por aquel entonces ya empezaba a degradarse.

El edificio destaca por su innovadora concepción del espacio y la luz y por las variadas soluciones aplicadas por Gaudí a partir de planteamientos muy personales, además de por las excepcionales formas expresivas empleadas fruto de la imaginación del arquitecto, que priorizó el uso de materiales nobles tradicionales como la piedra, la cerámica o el hierro forjado.

La historia oral de la cuarta y la quinta generación de la familia Güell, la crónica periodística contemporánea y la documentación aportada por el propio edificio han supuesto las principales fuentes para le redacción del libro, hecho que lo hacen singular según sus autores.

"Leyendo con atención un relato de Frederic Rahola en La Vanguradia, te das cuenta de que no es Rahola quien habla, es el propio Gaudí, nadie más podía expresar aquel sentimiento y aquella filosofía", ha resaltado Lacuesta sobre la rigurosa información sobre el palacio aportada por los periodistas de la época.

PROPIEDAD DE LA DIPUTACIÓN DE BARCELONA

Desde que el edificio es propiedad de la Diputación de Barcelona se han llevado a cabo diferentes campañas de restauración siguiendo el método definido por el Servicio de Catalogación y Conservación de Monumentos, basado en su análisis histórico, constructivo, artístico y sociológico y en una minuciosa y consecuente intervención posterior.

El proceso de renovación integral empezó en la década del 1990 con las 20 chimeneas de la azotea y el interior del edificio, continuó con las diferentes fachadas en el inicio del nuevo milenio y finalizaron el 15 de mayo de 2011, gracias a la destreza de especialistas de todos los ramos.

Construida entre 1886 y 1890, la obra es un magnífico ejemplo de la arquitectura doméstica en el contexto del modernismo por su funcionalidad y adaptación a las necesidades de la intensa vida social y cultural de la familia Güell y López, que residió allí hasta su traslado al Parc Güell.