Novelas históricas y policiacas de calidad "altísima" entre las candidatas
BARCELONA, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
El LXI Premio Planeta de novela, el mejor dotado de las letras en castellano con 601.000 euros, se falla este lunes en Barcelona con diez obras finalistas, predominio de tramas históricas y policiacas, y una gran expectación motivada por las tensiones políticas.
La cena literaria en que se otorga el galardón reunirá en la mesa presidencial del Palau de Congressos de Catalunya al presidente de la Genertalitat, Artur Mas; el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert; el conseller de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, y el presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara.
El encuentro se producirá tras las declaraciones de Wert sobre españolizar a los niños catalanes y un día después de que Lara haya asegurado, en el tradicional almuerzo previo al galardón, que la independencia de Catalunya sería un mal "irreparable" para ambas partes.
Lara ha ironizado sobre el interés que pueda suscitar el encuentro afirmando que podría montarse una polémica de "debate televisivo", aunque ante todo ensalza el papel del Premio Planeta, que, más que descubrir escritores, lo que ha hecho a lo largo de toda su historia es crear lectores.
432 OBRAS: 10 FINALISTAS
A la sexagésimo primera edición se han presentado 432 novelas, y, aunque la mayoría proceden de España, también se han recibido originales de América del Sur (54 obras), América del Norte (37), resto de Europa (10), América Central (5) y África (1).
Entre las diez finalistas abundan las novelas históricas y policiacas, según los miembros del jurado, formado por Juan Eslava Galán, Alberto Blecua, Ángeles Caso, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Emili Rosales, que se incorpora este año en calidad de secretario con voto y sustituye a Carlos Pujol, fallecido en enero y miembro del jurado los últimos 40 años.
Hay dos novelas que viajan a la Historia Antigua, una de las cuales sitúa a un detective en el siglo V aC; otra está ambientada en la Rusia prerrevolucionaria, e incluso hay un drama rural que, según Eslava Galán, recuerda al imaginario de Federico García Lorca.
También opta al premio una novela de metaficción que es la representante de la literatura fantástica; una muy realista ambientada en el caciquismo del año 1914, y una de "género femenino" muy fresca y moderna.