BARCELONA 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presunto jefe de un clan familiar perteneciente a la 'Ndrangheta detenido en Barcelona, Carmelo Gallico, estaba instalado en un piso del distrito del Eixample y pasaba horas en una biblioteca, en un gimnasio cercano y en determinados bares donde se sentía seguro, según han informado fuentes policiales.
Los Mossos d'Esquadra, en colaboración con la Policía Estatal Italiana, lo arrestaron el viernes en su piso en una investigación dirigida por la Fiscalía de la República de Italia del Tribunal Ordinario de Reggio Calabria.
Las autoridades italianas llevaban años investigando el clan familiar que lideraba Carmelo Gallico, de 46 años, que se encontraba evadido de la justicia después de diversos arrestos de miembros de su clan, y sospechaban que se había instalado en Barcelona.
Según las mismas fuentes, el presunto mafioso habría escogido Barcelona como lugar de refugio y desde donde volver a iniciar la actividad criminal dañada por los golpes policiales y judiciales.
Está considerado el presunto autor de graves delitos, entre los que destacan la asociación mafiosa, homicidio, extorsión y blanqueo de capitales.
A instancias de la justicia italiana, los Mossos iniciaron en noviembre su propia investigación, y detectaron la presencia en Barcelona de un italiano que era contacto y correo del mafioso, con quien se tenía que encontrar para entregarle documentación.
Los Mossos pudieron confirman que Carmelo Gallico se encontraba residiendo en un piso del distrito del Eixample, y durante su estancia en Barcelona intentó pasar totalmente desapercibido e interactuando solo con personas de su confianza.
En su rutina diaria, el mafioso pasaba horas en la biblioteca, en un gimnasio cercano y en determinados bares del Eixample donde se sentía seguro.
Tras una gran operación en noviembre en Italia contra miembros de su clan, el mafioso se volvió más prudente y cambió de domicilio, instalándose en otro piso del Eixample, donde ha sido detenido.
PLANEABA SU HUÍDA
La policía sospecha que, al sentirse acosado, habría estado planeando su huída a otro municipio o incluso a otro país, planes que se habrían frustrado con su arresto.
Las medidas de seguridad que adoptó el presunto jefe mafioso fueron más extremas, pasándose días enteros sin salir de casa, y todos los contactos con integrantes de su clan lo hacía desde locutorios, cada vez diferente.
Los Mossos lo arrestaron el viernes y a Barcelona se desplazó un inspector italiano para colaborar en la operación, en la que también incautaron 4.800 euros en efectivo, numerosa documentación, ordenadores y USB, que las fuerzas policiales están investigando.
A requerimiento de las autoridades italianas, ya se han iniciado los trámites de extradición del presunto mafioso a Italia.