Foto: EUROPA PRESS
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BARCELONA, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha mejorado la terapia de cicatrices de quemaduras, sobre todo las que afectan a una superficie considerable de piel.
Lo ha hecho mediante la aplicación de técnicas regenerativas con células madre adultas derivadas del tejido adiposo de los mismos enfermos.
De momento, la técnica se ha aplicado a dos pacientes, aunque es aplicable a un número importante de enfermos, especialmente los que tienen secuelas en grandes zonas del cuerpo.
El jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados, Joan Pere Barret, ha asegurado: "Esta técnica es innovadora porque hacemos un tratamiento biológico de las quemaduras".
"Mediante la inyección de células y tejidos, alteramos la estructura biológica de los tejidos, así que realizamos un tratamiento regenerativo que contrasta con las técnicas quirúrgicas habituales, que alteran su forma y función pero no la calidad de los mismos, ya que creamos nuevas cicatrices", ha subrayado.
El tejido de los enfermos se obtiene con pequeñas incisiones milimétricas, a través de las cuales se aspira el tejido adiposo para poder aislar las células madre adultas y la fracción mesenquimal.
Una vez preparadas, se inyectan de nuevo dentro de las cicatrices y sus tejidos blandos, mediante instrumentos de un diámetro muy reducido que permiten la introducción de un pequeño número de células en cada área tratada.
Las células madre mesenquimales crean así un microambiente en el tejido que estimula la creación de nuevos vasos, secretan factores de crecimiento y promueven la creación de nuevas estructuras moleculares que regulan la deposición de colágeno --elemento de la cicatriz-- y aumentan los elementos elásticos, lo que crea, a largo plazo, una estructura física más parecida a los tejidos normales.
El objetivo de este innovador tratamiento consiste en mejorar las características físicas de las cicatrices para poder aumentar su elasticidad, flexibilidad, mejorar las secuelas antiestéticas y aumentar el estado de vitalidad de estos tejidos.
Las células y el tejido implantado tienen la capacidad de vivir en las zonas de nueva implantación y aumentar la viabilidad y la calidad de las cicatrices.
Una vez arraigan, tienen la potencialidad de crear una nueva estructura dentro de las cicatrices que hace que mejoren la arquitectura de la nueva dermis y aumente su capacidad funcional, lo que permite una mejora significativa de la calidad de vida de los enfermos.