La plataforma Salvem La Repla propone un proceso participativo sobre el uso del solar
BARCELONA, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las Hermanitas del Cordero han renunciado a un monasterio en el emplazamiento de la iglesia de la plaza Bernat Calbó del barrio barcelonés del Poblenou debido a las "dificultades de edificabilidad" del proyecto, que ha recibido protestas vecinales.
En declaraciones a Europa Press, el Arzobispado de Barcelona ha explicado este lunes que "aún no se conoce el uso que se dará al solar" dado que hasta ahora estaba destinado a la residencia de las religiosas, a las que se cedió el espacio hace tres años, y ha asegurado que continuarán estudiando dónde ubicar su monasterio.
El impulsor de Salvem La Repla, Ramon Almoguera, ha admitido que han recibido con alegría la noticia, y ha aclarado que no tienen nada en contra de la congregación pero que su hito final sigue siendo que vuelva a ser de propiedad pública "un espacio que fue expropiado al barrio".
PROCESO PARTICIPATIVO
La plataforma vecinal, que ha recogido 1.500 firmas hasta la fecha, ha abierto un proceso participativo sobre el uso del solar --antes de conocer la renuncia de las Hermanitas--, algo que han opinado que "tendría que haberse iniciado hace años, ya que la plaza es un centro neurálgico muy importante para la historia del barrio".
A través de propuestas recogidas en tres asambleas que organizó la iniciativa, han conferido con la ayuda de arquitectos entre tres y cuatro propuestas de uso, que a mediados de noviembre presentarán al Ayuntamiento --que ejerce como intermediario--, al que también pedirán una reunión, ha avanzado Almoguera a Europa Press.
También han previsto realizar una asamblea a finales de mes donde expondrán las propuestas, que llevan elaborando desde septiembre y que no cerrarán hasta discutirlas con todos los actores que apoyan la plataforma, entre los que hay vecinos, el eje de comerciantes y el Ampa de la escuela Mar Bella, en la misma plaza.
Las obras en el barrio barcelonés del Poblenou para derribar la Iglesia de Sant Bernat Calbó, propiedad del Arzobispado, quedaron interrumpidas en agosto, después de que generaran protestas vecinales.