Cruz Roja inmigrantes en Ceuta
EUROPA PRESS/CRUZROJA/ARCHIVO

CEUTA 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Policía Nacional y la Guardia Civil han cerrado a primera hora de la mañana de este martes la frontera de Ceuta en alerta por la aproximación de un grupo formado por unos 200 migrantes indocumentados de origen subsahariano que han sido repelidos por las Fuerzas de Seguridad marroquíes antes de llegar al paso del Tarajal, según han informado fuentes de la Delegación del Gobierno a Europa Press.

El cierre se ha producido alrededor de las 7,30 horas y se ha mantenido durante aproximadamente 60 minutos, cuando el intento de salto se ha dado por controlado a aproximadamente 500 metros de la frontera, en la zona del perímetro fronterizo colindante con los polígonos comerciales del Tarajal anexos al paso.

La Cruz Roja ha desplazado hasta allí varias unidades de su Equipo de Respuesta Inmediata ante Emergencias (ERIE) de Inmigración, dispositivo que ha desactivado a las 9,00 horas tras no registrarse la entrada irregular de ninguna persona.

La Guardia Civil ha detectado durante las últimas 36 horas tres acercamientos, incluido el de este martes, de cientos de indocumentados al doble vallado de Ceuta. El primero tuvo lugar en el extremo norte del perímetro, entre la localidad marroquí de Beliones y la barriada ceutí de Beliones, cerca de la medianoche del domingo al lunes.

El segundo se produjo este martes a primera hora de la mañana en las inmediaciones de la frontera, como este martes, y estuvo protagonizado por "unos 400" migrantes que fueron rechazados cerca del punto anexo al Tarajal en el que dos porteadoras marroquíes perecieron aplastadas en una avalancha provocada por causas desconocidas.

Según el "protocolo" a seguir por las Fuerzas de Seguridad cuando hacen frente a un intento de entrada en grupo de estas características por el paso fronterizo, "con carácter general" y "en función de su gravedad" cabe "proceder al cierre del puesto fronterizo por el tiempo mínimo imprescindible, así como a recabar los refuerzos policiales necesarios para asegurar el buen orden y garantizar los derechos de los ciudadanos en coordinación con el resto de servicios públicos, las autoridades marroquíes y las Fuerzas de Seguridad, estableciendo cuantas otras medidas sean necesarias".

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