CEUTA 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
El profesor titular de lengua árabe y dialecto árabe marroquí de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) Francisco Moscoso ha recordado esta semana en Ceuta que "son cada vez más los especialistas que llaman la atención sobre las recomendaciones de la Unesco en el sentido de enseñar al niño, al menos en una etapa primaria, en su lengua nativa", y ha defendido la introducción del "árabe ceutí moderno", la lengua materna del 40 por ciento de la población de la ciudad autónoma, en el sistema educativo y su cooficialidad.
Invitado por el primer grupo de la oposición en la Asamblea, la coalición Caballas, a pronunciar una conferencia titulada 'El árabe ceutí, un idioma con todas las de la Ley', con motivo del Día Internacional de las Lenguas Maternas, Moscoso ha advertido de que el fracaso escolar en la ciudad autónoma, líder nacional en este apartado, "está directamente en relación con la opresión, ya que desde el sistema educativo y los organismos que rigen, tanto del Estado español como de la Ciudad Autónoma de Ceuta, no se entiende que haya que desarrollar una lengua nativa que minusvaloran por ignorancia y de la que tienen miedo por ser también la lengua del 60 por ciento de la población marroquí".
"Esta actitud", ha criticado el experto, "no desvela sino la intolerancia que está instalada en los órganos de poder, los cuales no son más que la máscara que cubre la ignorancia y un etnocentrismo español que ha sido construido en oposición a todo lo que sonara a árabe".
De esta forma, ha alertado, "estamos negando la participación en una sociedad democrática a grupos de ciudadanos, ya sean españoles de Ceuta, ya inmigrantes llegados a nuestra sociedad, o sus hijos nacidos en España, que deben de contribuir al progreso de la misma desde una óptica transformadora e intercultural".
Para Moscoso (Jerez de la Frontera, 1970), quienes defienden que el árabe de Ceuta no es un idioma "porque no se escribe", como recientemente ha recalcado el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, se equivocan. "A un lingüística, filólogo o a alguien medianamente interesado estas palabras le chirrían, ya que decir que 'el árabe ceutí no es un idioma' es despreciar el sistema lingüístico, aunque no esté codificado oficialmente, y por muy pequeño que sea su número de hablantes, de casi el 40 por ciento de la población ceutí". "Para que una lengua exista", ha contrapuesto, "tienen que concurrir dos componentes: un grupo de gente que la emplee y un sistema de signos".
El profesor opina que el proceso de estandarización del árabe ceutí para su escritura y posterior cooficialidad es posible en cuatro etapas: "tomar una variante como modelo consultando siempre a los españoles bilingües de Ceuta"; "establecer unas normas escritas y orales comunes para todos los usuarios de la lengua"; "introducir el árabe ceutí en el sistema educativo, como propone la Unesco"; y velar por la "constante actualización con el fin de hacer frente a la creación de textos de toda índole".
"El reconocimiento de la diversidad pasa por la educación y el reconocimiento de la lengua materna o nativa: todos los sabemos, también quienes gobiernan, pero lo ocultan", ha censurado, "para impedir que su desarrollo y su presencia en la escuela y en otras instituciones sociales genere pérdida de poder".
"LAS LENGUAS NO ENTIENDEN DE FRONTERAS POLÍTICAS"
"Pronunciar el nombre de Marruecos produce pánico a algunos, soy consciente", ha reconocido, "pero este pánico no es real, ya que las lenguas no entienden de fronteras políticas. ¿Es el árabe ceutí árabe marroquí? Sí. ¿Puede considerarse al árabe ceutí una lengua con sus especificidades? Sí. Pongamos algunos ejemplos que tenemos cerca y en los que no habremos reparado: el valenciano es catalán y se le ha denominado así porque tiene sus particularidades; el serbio y el croata es la misma lengua, sólo que el primero se escribe en caracteres cirílicos y el segundo en latinos", ha ejemplificado.
A juicio de Moscoso "Ceuta y Melilla son un laboratorio para poder desarrollar fórmulas imaginativas en sociedades, como la española, cada vez más multiculturales" y "en unos momentos en los que la crisis económica que vive Europa ha hecho remontar partidos de extrema derecha con sus consiguientes comentarios xenófobos. El potencial humano que representan las distintas culturas debiera ser un instrumento, junto a las políticas sociales y educativas, para construir un futuro con más color, igualdad, derecho y justicia social".
Finalmente, el experto ha abogado por "resolver la denominación de la llamada 'población cristiano-occidental' y 'minoría árabo-musulmana', o sencillamente 'cristianos' y 'musulmanes".
"Nuestra propuesta", ha ofrecido, "es que se hable de ciudadanía española en Ceuta con todos los derechos que ello conlleva, y que, a partir de ahí, iniciemos una distinción atendiendo a la lengua, la cual es también un instrumento de expresión cultural. Hablaremos entonces de ciudadanos españoles cuya lengua nativa es el español y ciudadanos españoles cuya lengua nativa es el árabe ceutí, o simplemente árabe".