MADRID, 9 Ene. (CHANCE) -
A la espera de que lleguen los Oscar (y los Goya, claro), los Globos de Oro sirven para ir abriendo boca, pero también para lucir las primeras tendencias de 2017, tanto en moda como en belleza. Ya te hemos contado todos los detalles de los modelitos de las invitadas y ahora nos toca analizar con lupa sus rostros de la noche en la que Blake Lively se confirmó como la diva de la alfombra roja.
La actriz estaba espectacular con su vestido de terciopelo negro de Atelier Versace, pero no hubiera brillado de la misma manera si su maquillaje y su peinado no hubieran estado a la altura. La esposa de Ryan Reynolds optó por un recogido y en su maquillaje, a cargo de L'Oréal Paris como ha contado en las redes sociales, reinaron los colores metálicos: la sombra era dorada como los detalles de su vestido y le aportó dulzura con los labios rosas.
Emma Stone también se recogió el pelo, pero el suyo tenía un toque desenfadado con un mechón rebelde y con un aire naif que le daba su maquillaje en tonos rosados, unos colores que le favorecen. Quienes también se maquillaron con sombras rosas fueron Lily Collins, que le dio un toque rebelde al look con los labios rojos, dos tonos que a priori no combinan pero que ella salvó y Hailee Steinfeld, que optó por un ahumado pálido a juego con su vestido.
Muy elegante estaba Felicity Jones, que se convirtió en la reencarnación de Audrey Hepburn con un moño con flequillo con el que estaba muy favorecida, labios rosas y ahumado gris con luz en la zona del lagrimal.
Entre tanta tendencia 'soft', los labios vamp de Kerry Washington y Priyanka Chopra centraron toda la atención de su rostro y ambas estaban espectaculares. Mucho más sencillo eran los looks de Michelle Williams, que se apuntó a la tendencia 'no make up' y Amy Adams, que optó por unas sombras en tonos marrones y labios rosas y melena extralisa con raya al medio.
Sarah Jessica Parker fue de las pocas que arriesgó con un look beauty homenaje a Carrie Fisher. Eso sí, ella ha comentado que su trenza con corona, obra del estilista, Serge Normant, estaba inspirada en realidad en el peinado de la boda de su madre. Fue fiel a su maquillaje con sombras azules y potentes, aunque para arriesgadas las de Olivia Culpo, que optó por un ahumado en color teja y dorado y labios nude mate a lo Kylie Jenner.
Menos acertadas estuvieron Drew Barrymore, que se pasó con el eyeliner en la parte inferior de los ojos y se los hacían aún más caídos y Emily Ratajkowski que combinó en dorado los labios y la sombra.
El pelo más impresionante de la noche lo lució Janelle Monáe, que se decantó por un maximoño ahuecado con mucho volumen y salpicó con perlas, un look muy nupcial y sofisticado que nada tenía que ver con la propuesta más desenfadada de la noche de Sienna Miller con un coleta de colegiala.