LOS ANGELES 12 May. (EUROPA PRESS) -
Maquillarse es una herramienta muy útil para sacar partido a partes de nuestra de cara, disimular imperfecciones y por supuesto para tener un aspecto muy natural y fresco, un recurso que Ashley Greene conoce a la perfección.
La actriz es un gran ejemplo del genuino 'menos es más' en el mundo de la belleza. En estas dos imágenes Asheley juega al despite utilizando un maquillaje muy natural, poca sombra y no mucho riesgo con el color de labios.
De día, nada mejor que una base de polvos neutros traslúcidos para que su piel tenga un aspecto mate. Los ojos con un poco de máscara de pestañas, pero sin abusar y en los labios un sutil tono rosáceo. La raya del pelo un poco ladeada para dar un aspecto más juvenil e informal a su look y consigue lucir perfecta sin que parezca que se ha pasado horas delante del espejo. Este tipo de estilismo es perfecto para ir a clase, para aguantar una jornada de compras maratonianas... la elección perfecta si eres una chica todoterreno y coqueta.
Por la noche esta particular 'vampiresa' recurre a un look más romántico pero sin perder esa naturalidad tan característica. En eventos nocturnos siempre es recomendable usar un poco de color. Ashley ha recurrido a una base subida y un poco de colorete para un efecto bronze perfecto para las noches de calor que están a punto de llegar. Un punto de color anaranjado en los labios es el broche final a un look de sobresaliente asegurado.