Por Gloria Vázquez Sacristán
Hemos de aprender a cuidarnos por dentro al igual que por fuera, para ello hemos decidido mostraros esta nueva técinca, revolucionaria en el mundo y que por fin llega a España de la mano del centro Shizen.
Existe un Curso de Bioenergía de Shizen que se está celebrando ahora y es muy interesante, porque son pioneros en España para traer estas técnicas, creo que no debemos desaprovechar la oportunidad y sumergirnos en un universo desconocido y que puede reportarnos tantas cosas...¿TE LO VAS A PERDER?
Mucho antes de que se desarrollase el conocimiento científico actual del cuerpo humano con las bases de la física, de la bioquímica y de la anatomía, la mayoría de las métodos de curación tradicionales, consideraban al ser humano como un ser "energético vibratorio".
En efecto, cada célula de nuestro cuerpo, como cada componente del universo, está constituida por átomos que absorben y emiten vibraciones energéticas así como información relativa a esta energía.
Las medicinas tradicionales añaden una noción complementaria a la medicina convencional: la noción energética.
Es el caso, por ejemplo, de la acupuntura con la circulación energética, a través de los "meridianos" en la medicina tradicional china.
Es el caso, igualmente, en la medicina tradicional India (Ayurveda) de la circulación energética a través de los "nadis" (comparables a los "meridianos" chinos), y a través de los "chakras" (antenas de "respiración" energética del cuerpo humano).
Esta visión del cuerpo humano y de las medicinas citadas se acerca, en muchos aspectos, a la de nuestros "curanderos", "sanadores" o "magnetizadores" que ejercieron desde tiempos inmemorables, y con éxito.
Pero, acerca de estos métodos de medicinas o curaciones ancestrales, tanto orientales como occidentales, casi nada ha sido desarrollado ni explicado con el enfoque de la medicina convencional moderna.
No obstante, tanto en EE.UU., en Rusia y tímidamente en algunos países europeos, muchos científicos, físicos bioquímicos, médicos tratan de explicar los fundamentos y lo bien hecho de estos enfoques, en términos científicos modernos.
Sin embargo, a pesar de la incomprensión todavía extendida de la noción energética del ser humano, un cierto reconocimiento de los efectos terapéuticos, por ejemplo en la acupuntura, empiezan a ser admitidas por la medicina alopática, sobre todo en el tratamiento del dolor o, por ejemplo, en la adicción al tabaco.
Así mismo, ciertas técnicas de "magnetizadores" o sanadores son utilizadas en algunos hospitales de EE.UU., Francia, Inglaterra, para calmar el dolor, por ejemplo, en caso de quemaduras graves, o para "re-energetizar" al paciente después de una operación quirúrgica.
De la misma manera, en algunos hospitales españoles, se solicita la intervención de ciertos terapeutas de "Reiki" (técnica de transmisión de energía por imposición de manos) para reducir el nivel del dolor en los pacientes o "re-energetizar".
En relación con lo anteriormente mencionando, el físico francés Yves Rocard, demostró, a mediados del siglo pasado, que un campo energético llamado "magnético" fluía entre las manos de ciertos terapeutas y que estos flujos energéticos (que calificaremos como bio-magnético o bio-energético porque salen del ser humano) variaban según los campos magnéticos terrestres o del Universo (campos telúricos o cósmicos).
De esta forma, el hombre se encuentra de manera constante ligado y relacionado con el Universo, cargado de energía que le rodea.
El ser humano no puede aislarse de estos campos de energía para seguir viviendo.
Las experiencias realizadas con animales, poniéndoles en jaulas de "Faraday" (jaulas que permiten aislarles totalmente de las energías bio-electro-magnéticas del medio ambiente) han demostrado que con el tiempo estos animales perdían fuerzas, enfermaban y morían de manera prematura.
En consecuencia, los seres humanos, necesitan encontrarse en relación constante con esta bio-energías para poder vivir y mantener su salud.
Aunque aún no somos conscientes, estas bio-energías son para nosotros tan indispensables como el aire que respiramos o el agua que bebemos.
A la vista de todos estos ejemplos, podemos distinguir dos tipos de energías:
1) Las energías más conocidos y medibles con aparatos convencionales, tales como la electricidad, el campo magnético, la diferencia de potencial, el magnetismo terrestre, la energía del corazón humano (medida por el electro cardiograma), la energía del cerebro (medida por el electro encefalograma y ahora por el electro-magneto-encefalograma), etc.
2) Las bio-energías existentes pero que no se miden todavía fácilmente con los aparatos actuales, aunque empiezan a medirse de manera científica. Estas energías son sin embargo "evidentes", reales y detectables por sus efectos producidos, como los fluidos emitidos por los "descubridores de agua", los fluidos de los magnetizadores o sanadores, las ondas cósmicas como la resonancia de Schumann (relámpagos electromagnéticos inundando la tierra desde la Ionósfera 200 veces por segundos), las ondas bio-electro-magnéticas emitidas y recibidas constantemente de los seres vivos como los hombres, los animales, las plantas y ciertos minerales.
En resumen, para que el organismo humano pueda funcionar hace falta que todos sus constituyentes sean alimentados en permanencia con Bio-Energías llamadas electromagnéticas que se encuentran tanto en los alimentos que comemos, como en el agua que bebemos, en el aire que respiramos y en el Bio-Plasma (mezcla de radiaciones atómicas, bio-electrónicas, bio-fotónicas, etc.) que irradia, sin cesar, nuestras capas corporales.
La terapia "Bio-Energética-Humana" que empleamos para favorecer la armonía energética de nuestros pacientes y su bienestar, consiste, pues, en aplicar concretamente y correctamente técnicas especificas con unos movimientos manuales muy preciso, y al mismo tiempo en condiciones mentales y del espíritu particulares, en estado de conciencia especial.
Estas técnicas permiten, en un primer tiempo, limpiar las energías "bloqueadas" en el cuerpo de los pacientes, que son responsables de diversos dolores, cansancio, estados de depresión, etc. Luego se repone el equilibrio energético con la ayuda de técnicas complementarias con el fin de que el paciente recobre a su bienestar.
Las condiciones de preparación físicas, emocionales, mentales y espirituales particulares del terapeuta son el objeto de un aprendizaje indispensable para realizar con éxito dichas operaciones energéticas.
Tal es el objeto de este primer curso de formación, inédito en España, que van a realizar con un pequeño grupo de alumnos seleccionados en el Centro Shizen.