MADRID 27 Dic. (Portaltic/EP) -
La compañía 'Power Balance', que comercializa las famosas pulseras energéticas, ha reconocido que "no hay pruebas científicas" que sostengan la utilidad de su producto. La empresa se ha visto obligada a emitir un comunicado admitiendo tal hecho por orden de la comisión de consumo de Australia.
De tecnología del rendimiento, nada; al menos, según las autoridades australianas. "'Power Balance' se basa en la idea de optimizar el flujo de energía del cuerpo natural, similar a los conceptos detrás de muchas filosofías orientales. El holograma de 'Power Balance' está diseñado para amplificar y responder al campo de la energía natural del cuerpo".
Suena tan bien que si encima ves a Kobe Bryant usando la pulsera, cuesta resistirse. Estas afirmaciones en la página web oficial (estadounidense, en este caso, la española está en mantenimiento) junto con una oportuna publicidad basada en atletas de élite usando la pulsera y un increíble boca a boca consiguieron que 'Power Balance' se convirtiera en uno de los productos de moda.
Pero, claro, las declaraciones de la compañía a instancias de las autoridades australianas son harina de otro costal. "Admitimos que no hay pruebas científicas verificables que sostengan nuestras afirmaciones", admite la compañía 'Power Balance' en un comunicado emitido por orden de un organismo australiano.
En este sentido, la Australian Competition and Consumer Comission (ACCC) ha condenado a la compañía a eliminar la "publicidad engañosa" de su sitio web y el embalaje publicar este aviso, devolverle el dinero a los consumidores que se consideren engañados y quitar las palabras "tecnología de rendimiento" de la propia pulsera.
Hace unos días, Italia sancionó a la compañía con 350.000 euros por estos motivos. En nuestro país, FACUA-Consumidores en Acción presentó una demanda por publicidad engañosa. Andalucía multó con 15.000 euros a 'Power Balance', aunque la denuncia también fue remitida a la Dirección General de Salud Pública y Sanidad Exterior del Ministerio de Sanidad.