MADRID, 3 Jul. (CHANCE) -
El emperador Akihito de Japón ha vuelto a cancelar sus actos públicos como consecuencia de una anemia cerebral que sufrió el pasado lunes. El mandatario sintió náuseas y sofocos y la emperatriz Michiko llamó a un médico del Palacio Real. El diagnóstico presentado fue un riesgo sanguíneo insuficiente al celebro y se le ordenó un reposo absoluto.
La agencia de la Familia Real Japonesa explicó en un pequeño comunicado que las actividades de Akihito serían canceladas para que se pudiese recuperar: "Todos los deberes del emperador programados para este lunes han sido pospuestos después de que el doctor juzgó que necesita reposo en cama en el Palacio Imperial, aunque no tiene fiebre".
Pese al descanso del mandatario, Akihito aún no se ha recuperado del todo pues sigue sufriendo de vértigos y de un leve dolor de estómago. La agencia de la Casa Imperial Nipona ha detallado a Efe que "El emperador sigue sufriendo algunos efectos de la anemia cerebral, como son mareos ligeros, además de dolor de vientre, por lo que se le ha recomendado que mantenga hoy también reposo".
No es la primera vez que el emperador se ha visto aquejado de su salud. En 2016, el deseo de Akihito era renunciar al trono para dejárselo a su primogénito, Naruhito. La ley de la Casa Imperial Japonesa no permite abdicar a ningún mandatario, pero debido a la operación de bypass de Akihito en 2012 y el cáncer de próstata que acaeció en osteoporosis en 2003, el legislativo de nipón aprobó una ley exclusivamente para Akihito y podrá abandonar su mandato el 30 de abril de 2019. Algo excepcional y además muy poco frecuente, pues hace unos 2000 años que ningún emperador nipón renuncia al trono en vida.