LOS ANGELES 8 Dic. (EUROPA PRESS) -
El actor ha sido el último en sumarse a la lista de los famosos que consiguen liarla abordo de un avión. Tras negarse por activa y por pasiva a desconectar su iPad para el despegue, American Airlines se vio en la obligación de expulsar al famoso pasajero. Ahora, Baldwin ha pedido perdón y se ha borrado de Twitter.
"Los auxiliares de vuelo de American Airlines me estuvieron dando la tabarra por estar jugando a WORDS WITH FRIENDS cuando estábamos todavía sentados, sin movernos", denunció Alec Baldwin en su perfil de Twitter tras lo sucedido.
Y siguió su ataque contra la aerolínea incluyendo el siguiente hashtag: '#nowondeamericaairisbankrupt', refiriéndose a la compañía que se declaró en suspensión de pagos hace tan solo unos días.
"Ahora estoy en el vuelo estadounidense de las 3 de la mañana. La tripulación ya mira... de forma más inteligente", añadió en su cuenta personal. Y, finalmente, dejó constancia de que ese había sido su último vuelo con American Airlines donde "profesores de gimnasia de colegios católicos de los años 50 ya jubilados, encuentran trabajo como azafatos".
Acto seguido, se despedía de Twitter. Aunque podría estar de vuelta más pronto de lo que él mismo cree, como lo hicieron Miley Cyrus, Chris Brown, Jesse James o Lily Allen. De hecho, su propio representante ha dicho que "es momentáneo, para centrarse en '30Rock'".
ALEC BALDWIN SE DISCULPA, PERO NO CON AMERICAN AIRLINES
Después de ser incómodamente expulsado de un vuelo de American Airlines, Alec Baldwin quiso pedir disculpas a los demás pasajeros, por los 45 minutos de retraso que causó, pero no a la compañía aérea.
El actor insiste, mediante un comunicado publicado en el 'Huffington Post', que uno de los auxiliares de vuelo la tomó con él por estar usando su iPad, mientras lo cierto es que el avión se retrasó en la puerta y ya iba tarde para el despegue.
Por su parte, desde American Airlines dicen que Alec se dirigió al baño, cerró la puerta con fuerza y comenzó a insultar a la tripulación con "nombres inapropiados" y a utilizar "lenguaje ofensivo".
Finalmente, Baldwin acusa a la compañía aérea de utilizar los ataques del 11-S como "excusa para hacer la experiencia de volar lo menos elegante posible".