MADRID, 26 Jul. (CHANCE) -
La vida de Carlos Baute ha dado un giro radical que le ha obligado a cambiar los escenarios por los pañales y es que el cantante y su mujer Astrid Klisans por fin han visto el sueño de ser padres hecho realidad.
Después de un duro golpe en 2015 tras perder al bebe que esperaban de manera imprevista, la pareja ya tiene al pequeño Markus en sus brazos y no pueden contener la emoción y la felicidad de padres primerizos. Aunque Astrid todavía se encuentra en el hospital recuperándose de la cesárea ha sacado fuerzas para presentarnos al recién llegado a través de su Instagram con una foto del piececito de su hijo y las siguientes palabras: "Pensé que lo tenía todo pero ahora me doy cuenta que no tenía nada... Te amo mi bebe". Un mensaje contundente que refleja lo que ha significado la llegada para la pareja.
Carlos, que está que se le cae la baba, ha estado en todo momento al lado de su mujer y tan pendiente de su hijo que nos reconoce que ha sido él quien le ha cambiado los pañales. Baute nos ha confesado que todo ha salido bien y que han vivido esta experiencia con muchísima emoción, sin saber hasta el último momento si sería niño o niña, aunque lo más importante es que se encuentra estupendo y todo ha salido bien.
CHANCE: Hola Carlos, menuda felicidad. ¿La mamá como se encuentra?
Carlos Baute: Estupenda.
CH: ¿Le dan el alta hoy?
C.B: No, no sabemos todavía.
CH: Markus el nombre elegido. ¿Por qué?
C.B: Por mi suegro que son letones.
CH: Vaya sorpresa que hasta el día del parto no sabíamos si iba a ser niño o niña.
C.B: Cierto. Fue espectacular.
CH: ¿Cómo se encuentra la mamá?
C.B: Bueno ahí está todavía malita porque fue cesárea y esperando que se encuentre bien.
CH: ¿Y el bebé?
C.B: Estupendo.
CH: ¿Cómo se te da eso de cambiar pañales?
C.B: Soy yo el que los ha cambiado siempre, ahora nos vamos un ratito.
CH: ¿Cuánto ha pesado y ha medido, se sabe?
C.B: Uff, todo ha salido bien.
Nos ha confesado el orgulloso papá a la salida del hospital, donde su mujer descansa, antes de llevarse al pequeño Markus a casa, para lo que ya queda menos.