MADRID, 30 Dic. (CHANCE) -
Tras la tormenta llega la calma. Así sucedió en Cantora estas Navidades, cuando Isabel Pantoja logró dejar atrás todo tipo de tensiones y reunir a su familia para Nochebuena. Tanto Kiko Rivera como Chabelita, e incluso el pequeño Francisquín, disfrutaron de una cena de lo más tranquila y familiar.
Sin embargo, no todo está solucionado, y es que la lucha entre madre e hijo contra Alberto Isla sigue en pie, y aunque la tonadillera haya limado asperezas con su hija, el novio de esta sigue sin poder pisar Cantora.
Por eso, la pareja, que además tiene que lidiar con múltiples comentarios y declaraciones sobre su relación, como las que recientemente hizo Estefanía, ex de Isla, hace frente a los rumores de separación y continúan viéndose, eso sí, lejos de la finca.
Como Alberto no puede entrar, es Chabelita Pantoja la que acude en su busca. Como ya sucedió en otra ocasión anterior, el pasado viernes, un amigo de su novio acudía a buscarla en coche. La hija de la tonadillera salía refugiada en la parte de atrás del vehículo, muy afectada por todos estos factores que se alzan en su contra, y tratando de ocultar su figura.
Pero lejos de lo que pensábamos, el reencuentro no fue tan emotivo como se esperaba. Alberto Isla les esperaba en una venta cerca de Cantora. Tras subirse al asiento del copiloto, el joven no dejó de botar en todo el trayecto, mientras Chabelita le observaba desde la parte trasera. Quizá motivado por la felicidad de ver a su chica, aunque por sus comportamientos se ve que todo lo acontecido recientemente ha hecho mella en la pareja.
UN ENCUENTRO SIN BESOS NI ARRUMACOS
Ambos disfrutaron de una cena informal, y aunque como vemos, siguen juntos y ajenos a los rumores de ruptura, ni Alberto ni Chabelita se mostraron cariñosos. Ni besos, ni arrumacos, las muestras de cariño entre ellos eran escasas y prácticamente inexistentes.
Sentados en la barra del local, más que conversar entre ellos, parecían más pendientes de asuntos externos: ella con su teléfono móvil, al que atendía más que a su novio, y él, muy animado y pendiente de los conocidos del bar.
Así, vemos que la pareja continúa unida, pero algo tensa y fría, pues casi ni se dirigían la palabra y el único momento de complicidad que se pudo percibir fue un abrazo que Chabelita le dio a Alberto, siendo ésta la que más pendiente estaba de los dos.
El tiempo dirá si esos rumores de ruptura se convierten en realidad, o si la joven pareja consigue superar todos los obstáculos que se están interponiendo en su camino.