MADRID, 17 Ene. (CHANCE) -
A escasas semanas de los premios Goya, la mayor fiesta cinematográfica de nuestro país. Mabel Lozano, nominada a mejor cortometraje documental por Tribus de la Inquisición, habla de su segunda nominación y del trabajo que se esconde detrás de un cortometraje "durísimo y salvaje".
Ella misma reconoce que se trata de su primer proyecto que no es de mujeres, aún así continúa luchando por la pluralidad en el mundo cinematográfico: "De pequeña no pensaba ser directora de cine porque no tenía a nadie de referente, es importante para otras chicas los referentes, que estemos aquí".
CHANCE: Enhorabuena por esa nominación, ¿Qué se siente?
MABEL LOZANO: Estoy feliz, además cuando te nominan por primera vez a los Goya tienes una sensación como de angustia, de qué tengo que hacer ahora, cuando es la segunda vez, te das cuenta de que una nominación es un Goya, es un premio en sí mismo porque hay magníficos trabajos y que tú estés ahí con otros trabajos significa que te han apoyado, que han estado ahí, que han visto tu trabajo. Esta vez lo vives con más tranquilidad, más alegría, más agradecimiento... No llevo ni tacones para poder hacer de todo, bailar, tomarse una copa, para disfrutar mucho más un momento que es estar con los grandes creadores de la industria del cine.
CH: Al final un trabajo que ha costado tanto tiempo y esfuerzo tiene su recompensa.
ML: Sobre todo porque Tribus de la Inquisición es un documental grabado 100% en Bolivia, estamos hablando del linchamiento del narcotráfico, están quemando y matando a gente viva, es un documental durísimo y salvaje, es de los pocos trabajos de los Goya que es para mayores de 18 años. Lo que hace el cine como una gran herramienta trasformadora es que esa denuncia, la potencia, la lleva y también lo que queremos con el cine es hacer ese movimiento transformados de un mundo más justo. El mundo es duro.
CH: Es la cruda realidad y tú llevas año luchando por eso.
ML: Este es mi primer trabajo que no es de mujeres, de género, pero si es de derechos humanos, lo que no hay es derecho a la vida, a un juicio justo.
CH: Este año el cine español se ha caracterizado por eso, por la reivindicación de las mujeres. Vienes de negro apoyando esa causa.
ML: Creo que nosotras desde Cima llevamos muchos años reivindicando que no podemos ser tuertos, debemos mirar con los dos ojos, el mundo somos el 50% las mujeres, no se puede desperdiciar el 50% del talento. Hay cine mal y cine bueno, no de mujeres y hombres, es bueno ver un cine plural, tenemos diferentes puntos de vista sobre la misma historia. Somos un mundo plural, diverso y lo que reclamamos es algo como que las mujeres estamos en minorías, se necesitan oportunidades para que entremos. De pequeña no pensaba ser directora de cine porque no tenía a nadie de referente, es importante para otras chicas los referentes, que estemos aquí. En mi categoría es de las pocas que somos dos directoras y dos directores, el resto son mayoría directores.
CH: ¿Te ves con el premio, a quién lo dedicas?
ML: Yo ya estoy dedicando todo este esfuerzo a la familia que nos contó cómo habían matado a todos sus hijos y que cuando nos fuimos quemaron a sus peces, a sus perros, les amenazaron, fueron muy valientes. En un momento pensé que les iba a hacer mucho daño con el documental y me dijeron que no, que querían hacerlo para darle voz. Es muy importante estar aquí pero hay muchas mujeres que han abierto brecha antes que yo.