MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
Si hay un deportista español que se ha ganado el cariño del público no sólo gracias a sus éxitos en la pista, sino también por su forma de ser natural y cercana, ese es el tenista Rafa Nadal.
A pesar de ser uno de los mejores tenistas de la historia, al deportista no se le ha subido la fama a la cabeza y continúa siendo consciente de los problemas que asolan el mundo. Por ello, el tenista tiene una fundación homónima con la que ayuda a 500 niños, tal y como explica el diario El País.
Una idea que comenzó en la India en el año 2005. Allí se encontraba Nadal para jugar un torneo, y recuerda como "en los trayectos del hotel a las pistas, observé las grandes diferentecias con nuestro día a día". Una experiencia que le marcó, y que le llevó a pensar con su madre "qué podríamos hacer para ayudar", ya que aunque siempre contactan con él para participar en eventos benéficos, "queríamos hacer algo más".
La idea germinó en la Fundación Rafa Nadal, un proyecto en India en colaboración con la Fundación Vicente Ferrer y con la madre de Rafa, Ana María Parera, como presidenta. Junto a ella trabaja, codo con codo, la novia del tenista, 'Xisca' Perelló, a quien la familia llama simplemente María. "Ella se encarga de coordinar los proyectos y de hablar con las diferentes organizaciones con las que colaboramos", explica la madre del tenista.
Ambas se complementan a la perfección, y si la sede la fundación se encuentra en Barcelona, lugar de residencia de 'Xisca', Ana María se desplaza cada semana a la ciudad condal desde Manacor para ocuparse de sus obligaciones.
Lo que empezó paso a paso, con "algo menos de 70 niños en la región de Anantapur" cuenta ahora con 192 niños en India, que gracias a la fundación reciben educación y tienen acceso a una alimentación sana.
Pero, además, la fundación también se ha involucrado en proyectos dentro de España, ya que a través del programa 'Más que tenis' colaboran con 130 niños pertenecientes a la organización Special Olympics a lo largo de todo el país. Por otro lado, participa en el proyecto de Aldeas Infantiles SOS 'Integración y Deporte', del que se beneficián más de 190 niños de Barcelona, Granada o Zaragoza.
El tenista lo tiene claro: "Yo, que soy un privilegiado, tengo que devolver parte de lo que recibo".