MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
Primer lunes de casada para la hija de Amancio Ortega. Poco a poco se van conociendo más detalles sobre el que seguramente sea el enlace matrimonial de este año y, sin duda, uno de los más herméticos que se recuerdan en nuestro país.
Marta Ortega contrajo matrimonio el pasado sábado con su novio, el jinete Sergio Álvarez, en una ceremonia celebrada en la más estricta intimidad a la que ningún medio de comunicación tuvo acceso. Una boda con auténtico sabor gallego en la que hasta el más mínimo detalle recordaba a la tierra natal de Marta Ortega.
Como ya informamos el pasado sábado, el enlace y posterior banquete tuvo lugar en el Pazo de Drozo situado en la localidad coruñesa de Anceis (Cambre). La ceremonia eclesiástica se desarrolló en el interior de la misma capilla (situada en el pazo) donde hace años se casasen Amancio Ortega con la madre de Marta y con capacidad para apenas una veintena de personas.
Tras el rito religioso, los casi 200 invitados pudieron disfrutar de un suculento banquete elaborado con productos de la región. La empresa belga Pro First Event Designer, con sede en París y Londres, colocó para la ocasión una estudiada estructura que albergaría a los asistentes durante la cena. Un verdadero edificio cubierto por media docena de carpas blancas revestidas por dentro de una estructura con techo y paredes formando un pasillo abovedado de cuatro metros de anchura que comunicaba el salón en el se sirvió el banquete. Además, éste comunicaba directamente con la capilla en la que tuvo lugar el enlace, según informa el Faro de Vigo. Tanto el salón del banquete como la pasarela, decorada por dentro con madera y tela de color rojo, estaba repletos de enormes pantallas planas.
La decoración floral corrió a cargo de Thierry Boutemy, conocido florista belga que ha colaborado con Dior, ha creado marcos de pétalos para desfiles de Lanvin o ha estado presente en fotografías de Mario Testino, según informa La opinión de Coruña.
El menú estuvo compuesto por platos típicamente gallegos sin olvidarese de la tierra natal del novio, Asturias. Los fogones estuvieron repartidos bajo la batuta del gallego Marcelo Tejedor y el asturiano Nacho Manzano. Los chefs ofrecieron a los asistentes una merluza de Celeiro y un pitu -plato típico asturiano a base de pollo de corral, publica La opinión de Coruña. Para regar tan suculentos manjares, los novios eligieron un albariño Pedralonga 2010 y el tinto Roda I, un Rioja reserva del año 2006.
Poco más se sabe del vestido de novia que lució Marta Ortega para lo que fue el día más importante de su vida hasta el momento. Una impresionante creación diseñada por la propia Marta Ortega en colaboración con el modisto estadounidense y amigo, Narciso Rodríguez, y confeccionado en los talleres que Inditex posee en la localidad gallega de Arteixo. Lo que sí se conoce es el nombre del autor del ramo que acompañaba a tan impresionante diseño nupcial. Thierry Boutemy, encargado de la decoración floral, también lo fue del ramo que portaba la novia.
Por su parte, el novio salió del hotel horas previas a su boda con la heredera del imperio Inditex. El asturiano, muy nervioso, se marchó en coche con unos amigos, que no quisieron dejarle solo, para ultimar detalles. El jinete, vestido de otra de las marcas de las que posee Inditex, Massimo Dutti, llegó finalmente al enlace en coche acompañado de su madre y madrina. Sergio Álvarez accedió en su vehículo rápidamente al interior donde ya le esperaba su futura mujer.
Los novios, que no aceptaban regalos materiales, recibieron, como ya informamos, una sopresa muy especial de Ainoha Arteta. La soprano, que ha declarado ser muy amiga de Sergio y Marta, no quiso dar detalles sobre su actuación durante la liturgia. Ahora se sabe que interpretó el Ave María de Gounod.
Al terminar las celebraciones, que se alargaron hasta pasadas las dos de la madrugada, todos los invitados recibieron un pañuelo de encaje de Camariñas con las iniciales de los novios bordadas. El mismo tejido de hilo de lino gallego cultivado en la región con el que se confeccionaron los manteles del banquete nupcial.
Todos lo invitados, trasladados en furgonetas, fueron alojados en el hotel Hesperia Finisterre, donde tuvo lugar la fiesta ofrecida por los novio el día anterior a su boda. El hotel, situado a unos cien metros del pazo, se trata de un edificio de 1948 reformado a principios de este siglo, es el único que cuenta con cinco estrellas en La Coruña.