MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El pasado 25 de junio de 2009 el corazón de Michael Jackson dejaba de latir para siempre. Este martes, durante la sesión del juicio a su médico personal, Conrad Murray, acusado de la muerte del artista, la acusación ha mostrado la última imagen del Rey del Pop. En la imagen Michael Jackson aparece tumbado en una camilla, con una sonda nasal dispuesta en su rostro ya inexpresivo.
Sin embargo, la imagen ha sido retocada por la acusación, que quería darle un toque dramático para hacerla lo más dolorosa posible a los miembros del jurado. Así pues, la foto mostrada no es la original. La acusación ha incluido un borde color verde mohoso y la palabra 'homicidio' escrita en letras blancas con la intención de trastocar negativamente la opinión que tengan de Murray los miembros del jurado.
El principal sospechoso de la muerte del cantante está acusado de haber suministrado a su paciente una dosis letal de Propofol, un potente somnífero utilizado en operaciones quirúrgicas reservado para uso hospitalario.
La defensa del médico tiene previsto plantear la hipótesis de un suicidio por parte del cantante de Thriller. Al parecer, la estrella estaba aquejada de un insomnio agudo que trataba de superar a toda costa, motivo por el cual habría aprovechado un momento en el que su médico se había ausentado para automedicarse los somníferos.
Además, los abogados de Conrad recurrirán a las pruebas halladas en la autopsia, que reveló que en el estómago de Jackson se encontraron 13 miligramos de Propofol, lo que sostiene la hipótesis de que fue el propio artista el que ingirió el medicamento.
De demostrarse la culpabilidad del médico, Murray pasará los próximos cuatro años entre rejas.