LONDRES, 26 Abr. (Reuters/EP)
La boda real se acerca y muchos se estarán preguntando acerca de los misterios del protocolo real. En estos tiempos, ¿es realmente necesario hacer reverencias, besar manos y caminar hacia atrás? Te damos todas las claves.
¿HACER REVERENCIAS O NO?
Aunque el palacio de Buckingham ha dejado muy en claro que hacer la tradicional inclinación o reverencia al ser presentado a un miembro de la familia real es una elección personal, recomendaríamos que sea una tradición que se cumpla, especialmente al conocer a un miembro de mayor importancia de la familia real.
No se espera que los ciudadanos extranjeros se inclinen o hagan reverencias. La inclinación es desde el cuello y la reverencia es sólo un breve "salto", no un teatral gesto de barrer el suelo.
Naturalmente, si la Reina ofrece su mano, se debe responder con un gentil saludo, sin un vigoroso apretón.
Es muy posible que los príncipes y princesas más jóvenes, incluyendo al príncipe Guillermo y Kate, ni deseen ni esperen esa clase de deferencia, excepto quizá durante una presentación formal, pero una inclinación o reverencia es, por defecto, una apuesta segura.
CONVERSACIONES
Si uno conversa con la Reina, es tradicional referirse a ella como "Su Majestad" y posteriormente como "señora".
Por lo general, es más seguro dejar que la Reina elija los temas de conversación.
Acerca de otros miembros de la familia real que llevan el título de Su Majestad, uno debe dirigirse a ellos como "Su Alteza Real" en primer lugar, y después como "señor" o "señora".
VESTUARIO
Las normas de atuendo siempre se detallan explícitamente en las invitaciones a ocasiones reales, y la boda real no es una excepción, especificando "uniforme de gala, frac o traje de salón".
Las mujeres deben llevar vestidos o trajes formales y evitar vestidos con la espalda desnuda, tirantes finos y minifaldas. Los sombreros no son obligatorios.
¡DISFRUTE!
No se le debe ver abrumado por la ocasión y no hay que buscar refugio en el alcohol. Tampoco se debe estar nervioso ni mudo, e intente evitar compensar en exceso volviéndose charlatán y dominante.
Por último, recuerde que el protocolo real consiste en pequeños gestos de respeto, no en arrastrarse ni ser exageradamente deferente o servil.