MADRID, 22 Jul. (CHANCE) -
En la cocina y sobre todo los chefs más reconocidos buscan siempre la manera única de encontrar la innovación en algo que para todos nos parece una cosa corriente. Como ha ocurrido con el aceite de oliva.
¿Quién le iba a decir a nuestras abuelas que ahora lo podríamos encontrar en spray? Sin duda muchas marcas han comenzado a utilizar las ventajas del aceite de oliva, de esta manera tan curiosa. Beneficios que logran dosificar el contenido y disminuir el consumo de grasa del oro líquido.
Conseguiremos que las ensaladas, las carnes, los pescados y las verduras sean más sabrosas además de conseguir ayudar a nuestro organismo para que no engordemos. ¿Por qué? Pues porque un segundo de pulverización aporta tan solo 15 calorías a nuestra dieta.
Los aceites de oliva virgen Maeva son uno de los pocos que han conseguido exprimir al máximo los beneficios de este líquido preciado en todas nuestras cocinas. Nos permite controlar de esta manera presentado en spray, las grasas que ingerimos.
Uno de los chefs que ha caído rendido a los benéficos de los caceites en spray Maeva ha sido Sergi Arola. "Desde el punto de vista gastronómico, es evidente que el aceite de oliva es uno de los productos más saludables que hay desde la antigüedad y además es un producto intrínsecamente ligado a nuestra cultura y a nuestro país", asegura el propio cocinero.
"Para mí, lo más importante en la cocina es que sea muy sencilla. Y esa es una de las cosas que más me gustan de los aceites de oliva en spray. Nos permiten en todo momento, utilizar lo que queremos y de la manera que queremos, con unas texturas y unos colores increíbles. En definitiva, no se pierden las cualidades del alimento que estamos preparando", afirma Arola.
Además, utilizar este spray nos ayuda a ahorrar. "Nos permite dosificarlo, de manera que resulta muchísimo más económico ya que solo utilizaremos la cantidad de líquido que vamos realmente a consumir", recalca el chef.
Sin duda, unos beneficios para nuestra salud, bolsillo y también para hacer exquisitas nuestras obras culinarias. ¿Quién da más?