MADRID 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
La siesta que más beneficia a la salud es aquella que dura un máximo de 30 minutos y que se realiza en el sofá, según ha asegurado a Europa Press el coordinador del grupo de trabajo de Salud Mental de la Sección del Sueño de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Enric Zamorano.
Y es que, después de comer el organismo experimenta una sensación de cansancio que hace necesario que, normalmente, se tenga que echar una pequeña siesta o se tomen bebidas excitantes --como el café o la tila-- para poder seguir con el mismo ritmo de actividad.
Ahora bien, el experto ha avisado de que las siestas pueden ser también negativas ya que, en el caso en el que la duración sea demasiado larga, puede provocar que por la noche no se tenga sueño.
"El sueño es algo beneficioso para el organismo porque repara lo que has desgastado tanto física como psicológicamente. Sin embargo, echarse la siesta es cuestión de poco tiempo y de no tener un sueño profundo porque, de lo contrario, puede provocar que no duermas por la noche", ha recalcado el experto.
Echarse la siesta siempre ha sido considerada como una costumbre española, tanto para los niños como para los adultos, aunque, según ha recordado Zamorano, ya han aparecido varios estudios científicos de distintos países que han demostrado los beneficios que tiene dormir media hora después de comer.
Además, existen ya empresas que ponen a disposición de sus trabajadores habitaciones para que duerman la siesta. "Es más malo no dormir que no comer", ha recalcado el experto para zanjar insistiendo en la importancia que tiene realizar una siesta corta y no muy profunda.