El apareamiento no se desencadena por acción de las feromonas

Actualizado: jueves, 15 octubre 2009 19:10

MADRID 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

Las moscas que no son capaces de segregar una feromona que contiene hidrocarburos resultan "sexualmente irresistibles" para el resto de miembros de la especie, independientemente de su género, lo que contradice la creencia que mantenían los científicos al asegurar que estas sustancias "eran fundamentales en el inicio del cortejo", según refleja un estudio presentado por un equipo de investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá).

El trabajo, que publica la revista Nature y recoge la BBC, refleja que cuando estas señales químicas desaparecen "las moscas son totalmente incapaces de reconocer las barreras de género o especie". "Partiendo de esta averiguación, comenzamos a preguntamos cómo serían capaces de reconocerse entre ellas", explicó la directora del estudio, la neurocientífica, Joel Levine.

Para arrojar luz sobre esta cuestión, experimentaron con un 'transgén' y lo aplicaron a la 'mosca de la fruta'. Según explicaron los investigadores, se trata de la utilización de un gen que, al insertarlo artificialmente en el genoma de la mosca, mata las células que segregan los hidrocarburos. Así, fueron capaces de analizar el comportamiento de estos insectos una vez que dejaban de generar la sustancia.

"Los resultados nos mostraron que las moscas macho se sentían más atraídas por las hembras cuyas células habían muerto o incluso escogían a las de su mismo género, antes que a las hembras sin tratar", señaló Levine, quien destacó que los nuevos datos sugieren que otros estímulos sensoriales, como la visión, puede actuar como el disparador principal para el apareamiento".

LOS MACHOS "MARCAN SU TERRITORIO"

"También hemos descubierto que un compuesto, que las moscas macho transfieren a las hembras cuando copulan, consigue que el resto de machos se mantengan a distancia y así marcan su territorio", apuntó. Por su parte, ellas segregan una "especie de repelente" que al mezclarse con el compuesto que les transfieren los machos da como resultado "un componente afrodisíaco" que atrae poderosamente sus compañeras.

Finalmente, en el transcurso de la investigación, los científicos descubrieron que si acotaban el recinto en el que se encontraban las moscas "podían resucitar el reconocimiento entre ellas". Según aseguraron, este hallazgo "resulta también importante para frenar el avance de otras especies, pues se protegen de posibles invasiones".