MADRID 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
Expertos de la Universidad de Vigo y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas han logrado calcular la edad del Octopus vulgaris o pulpo común, un hallazgo que permitirá mejorar la gestión pesquera de esta especie, la más importante a nivel comercial. El hallazgo se presenta en el marco de CIAC'09, el Cephalopod International Advisory Council, que se celebra esta semana en la ciudad de Vigo. El evento, organizado por el CSIC y que se celebra por vez primera en España, reúne a más de 200 científicos internacionales para poner en común los últimos hallazgos sobre los cefalópodos, una categoría que engloba a más de 700 especies, como pulpos, calamares y sepias.
Los investigadores del CSIC Ángel Guerra y Ángel González, organizadores del
encuentro afirman que "el objetivo del congreso es poner al día los conocimientos
sobre la biología, ecología y cultivo de cefalópodos. Se espera que los resultados de
lo que se debata en el simposio tengan repercusión en las áreas de producción y
manejo de estos recursos", informó el CSIC en un comunicado.
Muchos investigadores presentarán en él sus resultados más recientes. Es el caso
del estudio realizado por investigadores de la Universidad de Vigo y el CSIC que ha
determinado cómo calcular la edad del Octupus vulgaris o pulpo común. "En
colaboración con Francisco Rocha y Consuelo Hermosilla hemos hallado que en los
estiletes de estos animales [la concha interna residual] se acumula un anillo de
materia orgánica por día, lo que permite calcular la edad del animal", explica Ángel
Guerra. Sería algo similar a los otolitos de los peces o, fuera del medio marino, los
anillos que permiten calcular la edad de los árboles, aunque en este caso la
periodicidad sea anual. "Aunque ya se había hecho algo similar con el Octupus palidus, una especie australiana, esta es la primera vez que se ha hecho con Octopus vulgaris, la especie más común e importante desde el punto de vista comercial", señala el investigador del CSIC.
El hallazgo es importante porque permite determinar la edad de cada ejemplar y conocer los tiempos de crecimiento y reproducción, lo que permitirá mejorar la gestión pesquera de la especie. Otro de los objetivos del encuentro es elaborar una lista de cefalópodos en peligro de extinción o amenazados por la sobrepesca o la destrucción de sus hábitats
naturales, ya que hasta el momento no existe ningún recuento oficial. "Pensamos
que puede haber una docena especies de cefalópodos amenazadas en todo el
mundo. Desde aquí vamos a proponer que se incluya el Octopus macropus o pulpo
manchado [llamado así por tener manchas blancas por el cuerpo], una especie que
solía ser común en las costas españolas y que los marineros pensaban que atraía el
mal tiempo", explica Guerra.
CAMBIO CLIMÁTICO Y GESTIÓN PESQUERA
En esta misma línea, otro de los temas que se tratarán será la influencia del cambio
climático en las poblaciones de cefalópodos, tema que además ha sido elegido para
la conferencia de clausura. "Desde hace unos años se viene estudiando qué
parámetros ambientales afectan a la pervivencia de estas especies y de qué modo
condicionan la supervivencia de las larvas y, por tanto, la abundancia de una
especie para próximas campañas de pesca, ya que los cefalópodos adultos mueren
tras la reproducción", explica Guerra. Estos parámetros, que dependen del clima y la
oceanografía, son la fuerza del viento y las corrientes marinas (relacionadas con los
afloramientos y, por lo tanto, con la presencia de nutrientes o sales minerales
disueltas en el agua) y la cantidad de fitoplancton y zooplancton, que condicionan la
supervivencia de las larvas de los cefalópodos y de otros muchos organismos
marinos.
El investigador lo ilustra con el cambio producido en los últimos años en las zonas
de Galicia y Portugal, donde la temperatura media del agua ha subido un grado,
afectando a las condiciones ambientales: "Esto ha causado la llegada de especies
que solían habitar más al sur, mientras que algunas de las nuestras se desplazan
más hacia el norte. Lo que queremos es hacer una puesta en común de todos estos
cambios en las condiciones ambientales para ver cómo de y qué manera afectan a
cada una de las especies", resume el científico del CSIC.
Los investigadores también estudiarán el efecto de la contaminación sobre la
mortandad en etapas tempranas. En este sentido se hablará del efecto de los
metales pesados, los componentes tóxicos de las pinturas de los barcos, los
organoclorados o la materia orgánica que proviene de la contaminación urbana.
Además de por el CSIC, el evento está patrocinado por la Xunta de Galicia, el
Ministerio de Ciencia e Innovación, el International Council for the Exploration of the
Sea, la Zoological Society of London, la Universidad de Vigo y la Alcaldía de esta
ciudad.