Los españoles, entre los más optimistas por naturaleza

Mapa
U.of Kansas/Gallup
Actualizado: lunes, 25 mayo 2009 13:56

MADRID 25 May. (EUROPA PRESS) -

A pesar de las penurias que está dejando la crisis económica en todo el mundo, de las guerras y el hambre, y de la nueva epidemia de gripe, un nuevo estudio realizado por la Universidad de Kansas y la empresa de demoscopia Gallup concluye que los seres humanos son optimistas por naturaleza. Y los españoles se sitúan en el grupo de cabeza en esta percepción.

El estudio, presentado este fin de semana en la reunión anual de la Association for Psychological Science en San Francisco (Estados Unidos), ha encontrado que el optimismo es una condición humana universal y que no conoce fronteras.

Los datos de una encuesta de Gallup condujeron a esta conclusión, con más de 150.000 participantes adultos que fueron encuestados en un total de 140 países, rerpresentativos del 95 por ciento de la población del globo.

Un 85 por ciento de los encuestados a nivel mundial están convencidos de que los próximos cinco años serán buenos o mejores para el conjunto del mundo en comparación con la situación actual, y el 95 por ciento espera que su propia vida sea igualmente buena o mejor en ese mismo plazo de tiempo.

Por países, el nivel de optimismo más elevado se da en Irlanda, Brasil, Dinamarca y Nueva Zelanda, y también aparecen otros países como España o Estados Unidos, Canadá o los países nórdicos (los países en tono más claro en el mapa). Con el menor nivel de optimismo se cuentan buena parte de los apíses africanos, Oriente Medio y este europeo, destacando Zimbabwe, Egipto, Haiti y Bulgaria (los países en tono más oscuro). Llama la atención el contraste entre el alto optimismo español y el bajo de nuestros vecinos peninsulares, los portugueses.

"Estos resultados proporcionan evidencia de conjunto respecto a que el optimismo es un fenómeno universal", declaró Matthew Gallagher, especialista de la Universidad de Kansas y responsable del estudio. A su juicio, factores democgráficos (como la edad o el nivel de renta) solo influyen de forma relativa en el nivel individual de optimismo.