El exceso de amor puede acabar con una relación

Actualizado: miércoles, 3 diciembre 2008 20:13

WASHINGTON, 3 Dic. (OTR/PRESS) -

'Too much love will kill you'. Lo decía Brian May en el homenaje póstumo a Freddie Mercury en 1991 y, según las últimas investigaciones en el campo de la psicología, es más cierto que nunca. Un estudio de la Universidad de Houston ha demostrado que basar la autoestima o la felicidad de uno exclusivamente en su relación de pareja, lo que los psicólogos denominan RCSE (Relationship-Contingent Self-Esteem), constituye eventualmente un problema emocional que puede llegar a causar depresión y ansiedad, con el lógico impacto colateral en la relación de pareja, que puede llegar a romperse por este motivo.

No es nada nuevo que, en ocasiones, en las relaciones sentimentales uno de los dos miembros de la pareja pone mucha más pasión o sentimientos en juego que la otra. Sin embargo, otras veces, uno o ambos miembros de la relación depositan demasiado peso emocional en dicho vínculo. Así, llega un momento en el que tienden a medir su autoestima únicamente por el resultado de esa relación sentimental. Es lo que los psicólogos denominan Relationship-Contingent Self-Esteem (RCSE) o, traducido, alteraciones en el autoestima relacionadas con la pareja.

"Los individuos con altos niveles de RCSE están muy comprometidos con sus relaciones, pero también corren el riesgo de quedar devastados cuango algo va mal, aunque sea un problema menor", explica el profesor de psicología Chip Knee, director del grupo de investigación de Relaciones Interpersonales y Motivación de la Universidad de Houston. El estudio, publicado en el Journal of Personality and Social Psychology y recogido por otr/press, que el profesor de psicología ha llevado a cabo demuestra, precisamente, que "una incontrolable cantidad" de ese compromiso mal entendido puede incluso llegar "a minar una relación" sentimental.

El RCSE, explica Knee, puede provocar depresión y ansiedad ante cualquier incidente menor o común en cualquier relación entre dos personas, como la falta de comunicación entre ellos, una simple disputa de enamorados o incluso la inevitable crítica a la personalidad o la apariencia. Esto provoca que, el individuo con este problema emocional no pueda afrontar las dificultades y se vea avocado a una espiral sin sentido. Además, el RCSE puede llegar a provocar comportamientos maniacos u obsesivos para lograr un poco de amor de la otra persona.

LOS RIESGOS DEL RCSE

Con todo, el RCSE sitúa al individuo ante el riesgo de sufrir serios cambios de humor después de rupturas sentimentales, divorcios o simples retos normales en cualquier relación conyugal. Identificar este problema durante sus primeros estadios, explica Knee, puede ayudar a prevenir esas respuestas negativas ante la adversidad o a que las parejas identifiquen si son compatibles o incompatibles. Para llevar a cabo su estudio, Knee y sus ayudantes observaron el impacto del RCSE en estudiantes universitarios a través de diversas investigaciones que han reunido bajo el título 'RCSE. Subidas y bajadas de las relaciones románticas'.

Con la participación de 198 individuos, los investigadores descubrieron es que "las personas con altos niveles de RCSE se sienten peor consigo mismos durante los momentos negativos de su relación sentimental", independientemente de por qué se había producido ese suceso o quién tenía la culpa. Además, dice Knee, los individuos que sufren este problema son más propensos a reaccionar de forma más emocional ante cualquier situación que envuelva a su pareja. En lugar de tratar de analizar y mirar con perspectiva la situación para afrontarla mejor, actúan impulsiva e inmediatamente.

"Inmediatamente se sienten conectados personalmente con cualquier situación negativa en la relación y sufren ansiedad, se deprimen y se vuelven más hostiles", explica Knee. Después de este estudio atrás quedan aquellos versos de Gustavo Adolfo Bécquer, que bien podría sufrir del RCSE: 'mudo y absorto y de rodillas como se adora a Dios ante su altar, como yo te he querido... desengáñate, así no te querrán'.