MADRID 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
La nieve y el hielo disminuyen en ambos polos debido al calentamiento global del planeta, según ponen de manifiesto las diferentes investigaciones llevadas a cabo en ambas regiones en el marco de la campaña del Año Polar Internacional (API) 2007-2009.
Así, el avance de conclusiones de este proyecto conjunto de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU) da nuevas pruebas de los efectos del cambio climático en el mundo.
El documento 'Estado de la Investigación Polar', hecho público hoy, resalta por tanto que el deshielo afecta a la vida humana, animal y vegetal tanto en las zonas del Ártico como en las del Antártico, así como a la circulación oceánica y atmosférica mundial.
El API, que concluirá el domingo, ha abarcado en dos años dentro de los cuales se realizaron más de 160 proyectos científicos con investigadores de más de 60 países. Además, ha contado con un apoyo financiero internacional de aproximadamente 936,4 millones de euros.
"Las nuevas pruebas resultantes de la investigación polar consolidarán la base científica sobre la que se fundamentarán las actividades del futuro", adelanta en el comunicado el Secretario General de la OMM, Michel Jarraud.
CAMBIOS EN EL MAR Y LA ATMÓSFERA
En concreto, las investigaciones del API demuestran que las capas de hielo de Groenlandia y de la Antártida están perdiendo masa, lo que contribuye a la elevación del nivel del mar. "El calentamiento en la Antártida está mucho más generalizado de lo que se pensaba antes de la campaña", resalta el documento.
Por otro lado, los estudios aportan otras pruebas que confirman que el nivel de calentamiento del océano Austral está por encima de lo normal, lo que "podría afectar a la circulación oceánica".
La atmósfera de la tierra también sufre las consecuencias del calentamiento. Según el informe, hay grandes reservas de carbono almacenado como el metano (un gas de efecto invernadero más potente que el CO2) en el permafrost. El deshielo del permafrost amenaza con desestabilizar el metano y enviarlo a la atmósfera.
En este campo, los trabajos han detectado nuevas conexiones entre las concentraciones de ozono por encima de la Antártida y las condiciones de viento y tormenta en el océano Austral, información que mejorará las predicciones del clima y del agotamiento del ozono, según los expertos.
Además, los investigadores han descubierto que las tormentas del Atlántico Norte son las principales fuentes de calor y humedad de las regiones polares, y sostienen que la comprensión de esos mecanismos mejorará las predicciones de la trayectoria y la intensidad de las tormentas.
ALTERACIONES EN ANIMALES Y PLANTAS
En el Ártico, los investigadores descubrieron que en los veranos la extensión mínima del hielo marino llegó al nivel más bajo de los últimos 30 años. Asimismo, registraron un ritmo "sin precedentes" de la deriva de los hielos en el Ártico. También constataron que este nivel de calentamiento cambió la vegetación, lo que afectó a los animales de pastoreo y caza.
En cuanto a diversidad biológica, los estudios hallaron en el océano Austral una variedad "rica, colorida y compleja" de vida. Según revelan, algunas especies migran hacia los polos en respuesta al calentamiento, mientras otras muestran "interesantes tendencias evolutivas", como la de pulpos que proceden de especies ancestrales.
Otros proyectos del API se centraron en cuestiones sociales y humanitarias con comunidades indígenas de las zonas, para abordar temas de seguridad alimentaria, contaminación y salud; así como para crear redes de vigilancia comunitaria.
"El trabajo iniciado por el API debe continuar", señala Michel Jarraud. Por su parte, la presidenta del ICSU, Catherine Bréchignac, añade que estos estudios deben ayudar a la comunidad científica a "comprender y predecir" los cambios polares y sus manifestaciones mundiales "en este momento crítico".
Finalmente, el documento recomienda una serie de prioridades para garantizar que la sociedad esté mejor informada sobre los cambios polares, su probable evolución y sus repercusiones globales. Para ello, la OMM y la ICSU celebrarán en 2010 en Oslo (Noruega) una conferencia científica sobre los hallazgos del Año Polar Internacional.