La omisión de las emisiones de la bioenergía compromete los objetivos de recorte de CO2

Reuters
Actualizado: viernes, 23 octubre 2009 13:14

MADRID 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un equipo internacional de expertos en clima ha descubierto un error crítico, aunque subsanable, en el método de contabilidad utilizado para medir el cumplimiento de los límites de carbono. El defecto, que se centra en la medida de las emisiones de CO2 del uso de la bioenergía, podría socavar los objetivos de reducción de los gases de efecto invernadero de no solventarse.

Los autores, liderados por Jerry Melillo desde el Laboratorio de Biología Marina en Woods Hole (Estados Unidos), publican su descubrimiento en 'Science Express', la edición digital de la revista 'Science'.

La actual contabilidad del carbono, empleada en el Protocolo de Kioto y en otras legislaciones que incluyen la legislación europea y americana, no tiene en cuenta el CO2 liberado por los tubos de escape y las chimeneas que utilizan bioenergía ni tiene en cuenta las emisiones resultantes de los cambios en el uso de la tierra cuando la biomasa se cosecha o crece.

Según señalan los investigadores, esta contabilidad trata erróneamente todos los usos de la bioenergía como carbón natural, independientemente de la fuente de biomasa, y podría dar lugar a fuertes incentivos económicos para la conversión de tierra a gran escala a medida que los países de todo el mundo consoliden sus topes de carbono.

Los científicos plantean que las excepciones relativas a las emisiones de CO2 derivadas de la bioenergía en las regulaciones de los gases efecto invernadero no son adecuadas dado que no se incluyen los cambios en el uso de la tierra. "El potencial de la bioenergía para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero dependen inherentemente de la fuente de la biomasa y sus efectos sobre el uso de las tierras", apuntan en su artículo los autores, liderados por Jerry Melillo.

La transformación en las tierras derivada del desarrollo de la bioenergía varía ampliamente y se refiere a aspectos desde talar bosques consolidados hasta quemar madera o desarrollar cosechas destinadas a producir energía.

Estas prácticas dan lugar a grandes liberaciones de CO2 aunque convertir tierra improductiva en praderas de crecimiento rápido podría reducir el carbono. Bajo el sistema actual de contabilización de carbono, estos dos escenarios cuentan como una reducción del 100 por cien en las emisiones de energía.

Según explica Melillo, "cuando los bosques u otras plantas son cosechados para bioenergía, la liberación de carbono resultante debe contabilizarse como emisiones por uso de la tierra o emisiones por energía. Si no se hace así, el uso de bioenergía contribuirá a nuestro problema de gases de efecto invernadero en vez de ayudar a resolverlo".

Según los autores del trabajo, este defecto en la contabilización del CO2 se puede solucionar y por ello piden que se ponga en marcha un sistema que pueda seguir el flujo actual y la contabilidad de todas las emisiones de CO2, proceda de energías fósiles o bioenergía.

Además, los investigadores recomiendan que cualquier sistema de acreditación para evaluar la bioenergía considere los cambios en las reservas de carbono, las emisiones de otros gases efecto invernadero distintos al CO2, como el óxido nítrico, así como las emisiones por uso de la tierra.

"La bioenergía tiene el potencial de proporcionar una cantidad importante de energía para ayudar a las naciones a alcanzar los umbrales de emisión de gases efecto invernadero pero debe realizarse una contabilización adecuada para evitar consecuencias involuntarias de una producción de bioenergía insostenible", concluye Melillo.