BOSTON, 12 Ene. (OTR/PRESS) -
¿Es un coche? ¿Un avión? En realidad es ambas cosas. El primer coche volador podría surcar carreteras y cielos en pruebas a partir del próximo mes. Y si sobrevive a su primer vuelo de prueba, el Terrafugia Transition, nombre que recibe este vehículo, podría salir a la venta en las ferias del sector aproximadamente en 18 meses. Por el momento, este invento, que pasa de un coche de dos plazas a un avión en apenas 15 segundos, ya ha sido reservado por 40 personas por 150.000 euros.
"Esta es la primera vez en que realmente se aprecia un diseño integrado, donde las alas se pliegan automáticamente y donde todas las piezas forman parte del vehículo", explica Carl Dietrich, uno de los investigadores de este modelo. Sus fabricantes aseguran también que es fácil de manejar y de mantener, ya que utiliza combustible sin plomo y cabe en un garaje.
El coche volador, elaborado por ex ingenieros de la NASA y varios antiguos alumnos del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), se alimenta con el mismo motor tanto en carretera como en el aire y es un vehículo híbrido que usa electricidad y gasolina como combustible.
Según sus creadores, el Terrafugia Transition podría circular por carretera como un coche tradicional a unos 80 kilómetros por hora. Pero al estirar las alas y ser impulsado por un motor con hélices, podría doblar esa velocidad en el cielo. Asimismo, este coche volador sería capaz de volar más de 800 kilómetros con un sólo tanque de gasolina a una velocidad de crucero de 185 kilómetros por hora.
PRUEBAS DE VUELO
Pese a estas predicciónes, hasta el momento este invento sólo ha sido probado en las carreteras. Pero los responsables de Terrafugia, que presentaron un prototipo de sus alas en el último festival Air Venture, que se celebra anualmente en Estados Unidos, aseguraron que se ha demostrado 500 veces que el sistema de vuelo es perfectamente viable. Con estas credenciales, la empresa ha programado un primer vuelo de prueba para el próximo mes de febrero.
Pese a su elevado precio de venta, 155.000 euros, Dietrich ya ha recibido 40 pedidos de este coche volador. "Para un avión, es un muy buen precio, pero para un coche puede ser un poco excesivo", reconoce en declaraciones a Times Online recogidas por otr/press.
Además del precio, este coche volador tiene otros inconvenientes. La obtención de un seguro para su conducción puede ser un problema, al igual que localizar un lugar desde el que despegar. En Estados Unidos, el único lugar en el que son legales estos despegues son las carreteras de Alaska.
Pese a estos inconvenientes, Dietrich es optimista. "A largo plazo, tendremos el potencial de hacer viajes aéreos prácticos a un precio asequible para las personas y con un enorme ahorro de tiempo", asegura el investigador.