MADRID 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un científico de la Universidad de Tel Aviv ha decidido contribuir a la fascinación humana por los cometas, encontrando pruebas de que estos objetos siderales pueden haber proporcionado elementos para el surgimiento de la vida sobre nuestro planeta.
Investigando la composición química de los cometas, el profesor Akiva Bar-Nun, del Departamento de Ciencias Planetarias de la Universidad de Tel Aviv, encontró que los cometas cuentan con la fuente de ingredientes perdidos necesarios para la vida en las condiciones que se daban en la antigua Tierra.
"Cuando los cometas llegaron hasta la Tierra a través de la atmósfera hace 4.000 millones de años, trajeron consigo un cargamento de materiales orgánicos a nuestro joven planeta, añadiendo materiales que, combinados con el gran reservorio orgánico terrestre dieron lugar al nacimiento de la vida", explicó. Fue la composición química de los cometas, cree el profesor Bar-Nun, la que les permitió dar el pistoletazo de salida a la vida.
Para respaldar su teoría, se utilizó un dispositivo único construido en la Universidad de Tel Aviv, en el que los investigadores fueron capaces de simular el hielo presente en el cometa, y encontraron que contiene ingredientes necesarios para proporcionar los nutrientes básicos para la vida.
Específicamente, el profesor Bar-Nun se fijó en gases nobles como el argón, el kriptón y el xenón, porque no interactúan con ningún otro elemento y no pueden ser destruidos por el oxígeno de la Tierra. Esos elementos se han mantenido en proporciones estables en la atmósfera del planeta a lo largo de la vida de la Tierra.
Ahora, si analizamos esos elementos en la atmósfera de la Tierra y en los meteoritos, vemos que no están en la misma proporción que en la composición del Sol. Más aún, los índices en la atmósfera son muy diferentes a los de los meteoritos que cayeron sobre la Tierra. Asi que necesitamos otra fuente de gases nobles que, añadida a la del influjo de meteoritos o asteroides, pudo cambiar esos índices. Y esta fuente no fue otra que los cometas.
Los cometas son esencialmente grandes trozos de hielo, cuya temperatura ronda los -200 grados centígrados. Formados en el inicio del sistema solar, más allá del sól, condensan directamente el vapor de agua en forma de hielo, creando pequeños granos. Esos granos se agrupan para formar cometas, cuyo diámetro es inferior al kilómetro.
Durante la formación de los cometas, el hielo poroso atrapó gases y químicos orgánicos que estaban presentes en el espacio exterior. "El patrón para atrapar los gases nobles en el hielo proporciona un cierto nivel de argón, kriptón y xenón, y esta proporción --junto al de gases que proceden de las rocas--. nos da el índice distinto que vemos en la atmósfera de la Tierra".
Asi, la llegada a la Tierra de cometas y asteroides aportó el índice necesario de materiales para la vida orgánica, "que eventualmente se disolvió en el océano y dió lugar a un largo proceso hasta la aparición de la vida en la Tierra", declaró el profesor Bar-Nun.
La historia comienza hace entre 4.600 y 3.800 millones de años, cuando la Luna y la Tierra fueron bombardeados por un flujo de asteroides y cometas. "Sobre la Tierra, la mayoría de los cráteres fueron borrados por el movimiento contintenal y la erosión del viento y el agua. Sin embargo, la Luna quedó igual", declaró el profesor Bar Nun, que añadió que no pudo desarrollarse vida durante este periodo de bombardeo. Pero la Tierra se recuperó, y entre 300 y 400 millones de años después, formas frágiles de vida emergieron como resultado de elementos precipitados al océano desde cometas. "Hubo un desarrollo químico de esas moléculas en el agua, que se hizo cada vez más complejo, dando lugar al origen de la vida".