Se cumplen 215 años del descubrimiento de Ceres

Ceres
NASA/JET PROPULSION LABORATORY
Actualizado: miércoles, 27 enero 2016 11:30

MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

   A principios del año 1801, el astrónomo Giuseppe Piazzi apuntó su telescopio hacia el cielo y observó un objeto lejano que ahora se  conoce como Ceres.

   Ese momento sería clave para la astronomía actual y aún más para la misión Dawn de la NASA, que más de 200 años después se encuentra junto a ese cuerpo, permitiendo que, desde la Tierra, se le pueda observar con exquisito detalle.

   Piazzi fue el director del Observatorio de Palermo (Italia) que a principios del S. XIX publicó un folleto sobre el descubrimiento de Ceres. Según el observatorio, Piazzi trabajaba en un catálogo de posiciones de las estrellas, cuando se dio cuenta de algo cuya "luz era un poco débil y del color de Júpiter". Buscó de nuevo en las noches posteriores y vio que su posición había cambiado ligeramente.

   Ante tal fenómeno, Piazzi escribió a los compañeros astrónomos Johann Elert Bode y Barnaba Oriani para decirles que había descubierto un cometa. "He presentado esta estrella como un cometa, pero debido a su falta de nebulosidad, y su movimiento lento y bastante uniforme, siento en el corazón que podría ser algo mejor que un cometa, tal vez", decía la carta de Piazzi a Oriani.

UN NUEVO OBJETO

   En un principio Piazzi pidió a sus colegas que lo mantuviesen en secreto, por lo que, ante la prensa, mantuvo que este objeto era un cometa. Fue entonces cuando Jerome de Lalande, un astrónomo parisino escribió a Piazzi solicitándole los datos del cuerpo del que se hablaba en los periódicos, informa la NASA.

   En febrero de ese mismo año, uno de los estudiantes de Lalande, Johann Karl Burckhardt, realizó los cálculos que revelaron que el descubrimiento de Piazzi no tenía una órbita consistente con la de un cometa. En lugar de ello, los datos parecían ajustarse mejor a una órbita circular.

   Por supuesto, no había correo electrónico en aquellos días, por lo que la misiva que Lalande le envió a Piazzi contándole las nuevas noticias se retrasó debido a las guerras napoleónicas. Finalmente, llegó a su destino en marzo.

   A partir de ahí comenzaron los estudios de diferentes científicos para encontrar este planeta perdido. En Alemania se había establecido una sociedad llamada la 'Policía Celestial' (Himmelspolizei), formada por 24 astrónomos que rastreaban 15 grados de pedazo de cielo para descubrir objetos. Piazzi fue invitado a formar parte de él e intentar encontrar a Ceres de nuevo.

   A partir de la primavera de 1801, además de Piazzi, nadie había sido capaz de observar el objeto celeste a causa de los cielos nublados y la posición en su órbita. Ya no era visible en la noche, y el sol bloqueaba la vista de los astrónomos. Esto provocó que Piazzi no publicara nuevos datos de su hallazgo, con el consiguiente malestar de sus colegas, que creían que estaba reteniendo información.

   Finalmente, en julio de 1801, Piazzi trabajó en el cálculo de la órbita del objeto y se harían públicos sus datos sobre sus observaciones desde principios de año. Mientras, otros astrónomos trabajaban en el nombre del nuevo planeta. Se barajaron Juno, Hera y Piazzi (en honor al astrónomo). Sin embargo, fue su propio descubridor quien le bautizó como Ceres Ferdinandea, en honor a la diosa romana de la agricultura y al rey Fernando de Sicilia.

BUSCANDO LA CONFIRMACIÓN

   A finales del mes de julio de 1801, muchos astrónomos creían Ceres era un planeta, pero necesitaban confirmación y observaciones adicionales. Piazzi publicó su conjunto completo de datos en el diario de von Zach en septiembre y, al hacerlo, llamó la atención de un joven matemático que tendría un un papel decisivo en el destino de Ceres.

   Carl Friedrich Gauss, entonces con 24 años, había estado experimentando con métodos matemáticos que aplicó a Ceres y acudió a Piazzi con diferentes predicciones para su posición. Aunque algunos eran escépticos sobre los resultados de Gauss, sus cálculos permitieron observarlo de nuevo, el 7 de diciembre de 1801 y el 23 de febrero 1802.

LOS ASTEROIDES: UNA NUEVA CATEGORÍA DE OBJETOS

   Los cálculos de este matemático permitieron que muchos astrónomos se preguntaran qué es exactamente Ceres. En marzo de 1802, Heinrich Olbers descubrió un segundo objeto, muy similar, que más tarde se conoció como Pallas. William Herschel, uno de los astrónomos más famosos de la historia, escribió entonces un ensayo proponiendo que tanto Ceres como Pallas representan una nueva clase de objetos: los asteroides.

   Herschel escribió de Ceres: "si lo llamamos planeta, no sería llenar el espacio entre Marte y Júpiter con la dignidad requerida por esa posición".

   Aunque Herschel consideró un logro que Piazzi hubiera encontrado el primer ejemplo de un asteroide, Piazzi estaba decepcionado. Pensó que Herschel, que había descubierto Urano, sólo quería restar importancia a Ceres.

   Sin embargo, la puerta se había abierto para muchos más asteroides que se observaron a partir de entonces. Así llegó el descubrimiento de Juno (1804) y Vesta (1807), que más tarde se convertiría en el primer objetivo de la misión Dawn de la NASA. Ambos logros reforzaron la noción de que los asteroides de Herschel eran una clase propia.

EL LEGADO DE PIAZZI

   Piazzi no podía saber que el Telescopio Espacial Hubble de la NASA algún día ofrecería muchas imágenes intrigantes de Ceres, permitiendo a los científicos confirman que el cuerpo es redondo como la Tierra. No podía imaginar que en 2006, mucho después de su muerte, la Unión Astronómica Internacional 'elevaría' a Ceres a la categoría de planeta enano. No sabía que en 2007, la misión Dawn de la NASA sería lanzada desde un lugar llamado Cabo Cañaveral para embarcarse en un viaje sin precedentes a la órbita de Vesta y Ceres.

   Probablemente no se imaginaba que un observatorio espacial se llamaría Herschel y que en 2013 se hallaría vapor de agua que emana de Ceres. Tampoco podía haber adivinado que el 6 de marzo de 2015, la nave llegaría con éxito en la órbita de Ceres, y pasaría el resto del año enviando fotos y otros datos valiosos a la Tierra.

   No sabría que los científicos podrían utilizar las capacidades únicas del telescopio espacial Hubble en noviembre de 2015 para observar Ceres en el espectro ultravioleta, como complemento de las observaciones de Dawn.

   Ahora, al conmemorar el 215º aniversario del descubrimiento de Ceres, Dawn está observando el planeta enano de su órbita más baja: a 385 kilómetros de la superficie. "Nuestro conocimiento, nuestras capacidades, nuestro alcance e incluso nuestra ambición, van mucho más allá de lo que Piazzi podría haber imaginado, y sin embargo, es por su descubrimiento que podemos aprender más, no sólo acerca de Ceres en sí, sino también acerca del nacimiento del Sistema Solar", ha apuntado Rayman.

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