MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
La búsqueda de una enana marrón con el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO) ha concluido con un resultado inesperado.
Los astrónomos esperaban encontrar este objeto orbitando la estrella doble inusual V471 Tauri. Sin embargo, cuando llegaron al punto exacto en el que debería estar, no encontraron nada.
Este resultado se ha realizado tras un estudio con el nuevo instrumento Esphere, que, según explica ESO, ha dado a los astrónomos la mejor mirada, hasta el momento, de los alrededores de V471 Tauri.
Con la visión de la enana marrón, los científicos buscaban explicar el extraño comportamiento de la estrella doble, pero, ahora, se ha demostrado que las teorías que se habían manejado sobre este caso eran erróneas.
Según han explicado los expertos, algunos pares de estrellas se componen de dos estrellas normales con masas algo diferentes. Cuando la estrella con algo más de edad y masa se expande hasta convertirse en una gigante roja, el material es transferido a la otra estrella y ambas terminan rodeadas de una enorme envoltura gaseosa. Cuando esta nube se dispersa, ambos objetos se mueven más juntos y forman una pareja muy apretada, con una enana blanca y una estrella común.
Uno de esos pares estelares se llama V471 Tauri. Es un miembro del cúmulo estelar Hyades (en la constelación de Tauro) y se estima que tiene unos 600 millones de años de antigüedad y se sitúa a 163 años luz de la Tierra. Las dos estrellas que lo forman están muy cerca y se orbitan entre sí cada 12 horas. Dos veces por órbita, una de las estrellas pasa por delante de la otra, lo que produce cambios regulares en el brillo del par cuando es observado desde la Tierra.
Un equipo de astrónomos dirigido por Adam Hardy, de la Universidad de Valparaíso (Chile), ha utilizado por primera vez el sistema ULTRACAM de ESO en el New Technology Telescope para medir estos cambios de brillo de forma muy precisa. Los tiempos de los eclipses fueron medidos con una precisión de dos segundos, lo que supone una gran mejora con respecto a mediciones anteriores.
Los horarios de eclipses no eran regulares, pero podrían explicarse bien si se suponía que había una enana marrón orbitando las dos estrellas, cuya fuerza gravitacional perturbaba las órbitas de las estrellas. También encontraron indicios de que podría haber un segundo objeto compañero de menor tamaño que los dos principales.
Hasta ahora, sin embargo, había sido imposible conseguir la imagen de una enana marrón tenue tan cerca de estrellas mucho más brillantes. Pero el equipo de ESO creía que con el estreno de Sphere si podrían buscar , por primera vez, dónde se encontraba exactamente la compañera enana marrón, según las teorías. Pero finalmente no había nada que ver. Y, según explicado los científicos, esta situación es definitiva, ya que las imágenes de alta calidad de Sphera habrían revelado la presencia de cualquier objeto pequeño si allí estuviera.
"Hay muchos documentos que sugieren la existencia de tales objetos circumbinarios, pero los resultados que hemos encontrado proporcionan evidencias dañinas contra de estas hipótesis" , ha indicado Hardy.
CONTINÚA EL ENIGMA
Si no hay ningún objeto en órbita, entonces lo que está causando los cambios inesperados en la órbita del sistema binario siguen siendo una incógnita. Ante esta situación se han propuesto varias teorías y, otras tantas, se han tenido que descartar. Entre las nuevas surgidas, los astrónomos creen que es posible que los efectos sean consecuencia de las variaciones del campo magnético en la mayor de las dos estrellas.
"Hubiera sido necesario realizar un estudio muchos años antes, pero sólo ha sido posible con la llegada de nuevos y poderosos instrumentos tecnológicos. Así es como funciona la ciencia: las observaciones con las nuevas tecnologías pueden o bien confirmar, o como en este caso, refutar las ideas anteriores. Esta es una excelente manera de empezar la vida observacional de este instrumento increíble", ha concluido Hardy.