MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los científicos a menudo usan el poder combinado de múltiples telescopios para revelar los secretos del Universo, y esta imagen es un ejemplo de cuando esta técnica es sorprendentemente eficaz.
El objeto de color amarillo en el centro de la trama es una galaxia elíptica conocida como Hércules A, visto desde la órbita de la Tierra por el telescopio Hubble. En la luz normal, un observador sólo ve este objeto flotando en la negrura del espacio.
Sin embargo, con un telescopio de radio, toda la región se transforma por completo. Impresionantes chorros de material de color rojo-rosa se pueden ver ondulándose hacia el exterior de la galaxia - chorros que son completamente indetectables en luz visible.
La imagen corresponde al radiotelescopio VLT Karl G. Jansky en Nuevo México, EE.UU.. Estas observaciones de radio se combinaron con los datos de luz visible del Hubble obtenidos con la Wide Field Camera 3 para crear esta sorprendente composición, informa la ESA.
Los dos chorros se componen de plasma de alta energía caliente que se ha lanzado desde el centro de Hércules A, un proceso que es impulsado por un agujero negro supermasivo que está al acecho en el corazón de la galaxia. Este agujero negro tiene cerca de 2.500 millones de veces la masa del Sol, y es alrededor de un millar de veces más masivo que el agujero negro en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
El agujero negro de Hércules A calienta el material y lo acelera a casi la velocidad de la luz, exuplsándolo hacia el espacio a altas velocidades. Estos chorros altamente enfocados pierden energía a medida que viajan, con el tiempo reducen de velocidad y se moderan para formar los lóbulos en la nube, como se ve aquí.
Las múltiples anillos brillantes y nudos visto dentro de estos lóbulos sugieren que el agujero negro ha enviado numerosas explosiones sucesivas de material a lo largo de su historia. Los chorros se extienden por cerca de 1,5 millones de años luz - aproximadamente 15 veces el tamaño de la Vía Láctea.
Hércules A, también conocida como 3C 348, se encuentra a unos dos mil millones de años luz de distancia. Es una de las fuentes más brillantes de emisión de radio fuera de nuestra galaxia.