MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
Astrónomos han dado un paso más para la comprensión de la evolución de las galaxias: han comparado la composición química de las galaxias distantes y de las vecinas de la Vía Láctea.
El autor principal del trabajo, Trystyn Berg, de la Universidad de Victoria, ha estudiado el funcionamiento interno de las galaxias distantes, creadas durante los primeros 3.000 millones de años del Universo.
Berg ha explicado que, como se pueden ver estrellas individuales en estas galaxias, porque están demasiado lejos incluso para los telescopios más potentes, se ha usado una técnica que aprovecha los productos gaseosos que expulsan estos astros cuando explotan. "Las estrellas son los calderos del universo. Crean los elementos de los que están hechas, consumen su combustible y liberan los productos de nuevo a la galaxia durante las explosiones de supernovas", ha apuntado el científico.
Dependiendo de las propiedades de una galaxia, sus contenidos químicos pueden decir cómo ha evolucionado con el tiempo, el número de estrellas que tiene, y qué tipos de estrellas ha creado. Para obtener esta información, los investigadores buscan intensos puntos distantes de luz conocidos, como quásares que tienen las galaxias en primer plano.
"Todo el gas dentro de la galaxia absorberá parte de la luz de fondo del quasar, dejando una huella digital de los elementos que están dentro de la galaxia. Esta huella química puede dar algunas pistas muy útiles acerca de la historia evolutiva de la galaxia", ha indicado Berg.
PRIMERA COMPARACIÓN ENTRE GALAXIAS
A pesar de una gran cantidad de datos recogidos de esta forma de las galaxias distantes en la última década, nadie ha hecho una comparación detallada de lo que se ve en las galaxias cercanas. Hasta ahora.
Utilizando observaciones realizadas con el telescopio Keck --uno de los más grandes del mundo-- Berg y colaboradores observaron galaxias lejanas que compararon con estudios realizados a otras cercanas. De este modo pudieron comparar la química de las galaxias distantes con cerca de 2.000 estrellas dentro de seis galaxias cercanas, como la Vía Láctea.
"Hemos encontrado que muchas de las galaxias distantes son similares a las galaxias de baja masa de 'nuestro barrio'", ha indicado Berg, quien ha calificado como "increíble" ver cómo en tres millones de años el Universo fue capaz de hacer los bloques de construcción del sistema de la Vía Láctea.
"Todavía no tenemos una comprensión de cómo se formaron las diferentes partes del sistema de la Vía Láctea, pero nuestros resultados ahora dicen lo que hay que buscar en la química para responder a esta pregunta", ha concluido Berg en su presentación durante la reunión de la Sociedad Astronómica de Canadá.