MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
La lluvia de estrellas de las Oriónidas llega a su máximo visible en la madrugada de este sábado 21 de octubre, con un "ligero aumento de actividad momentos antes del amanecer" del sábado.
Según informa a Europa Press el divulgador científico especializado en astronomía y ciencias del espacio Antonio Pérez Verde, este fenómeno astronómico, que también podrá apreciarse en la noche del sábado al domingo aunque "en menor cantidad", comenzó su actividad el 2 de octubre y finalizará el próximo 7 de noviembre.
Las lluvias de estrellas son un fenómeno que ocurre cuando la Tierra cruza el rastro de partículas que dejan los cometas. Las Oriónidas proceden del famoso cometa Halley, que orbita alrededor del Sol aproximadamente cada 76 años.
Una de las peculiaridades de las Oriónidas es que podrá apreciarse en todas partes del mundo, ya que esta lluvia pasa "muy cerca del Ecuador celeste", según indica el experto, que explica que la visibilidad del fenómeno revela de donde parecen proceder los meteoros, lo que técnicamente se denomina radiante. Las Oriónidas radian de la constelación de Orión, pasando muy cerca de la estrella supergigante roja Betelgeuse.
"Dependiendo de dónde esté ese radiante, se podrá ver en un hemisferio u otro; si el radiante está muy al norte del Ecuador celeste, sólo se verá en el hemisferio norte, y si está muy al sur del Ecuador celeste, se verá en el hemisferio sur", detalla.
Además, las Oriónidas de este año podrán apreciarse mejor que otros años por la fase en la que se encuentra la Luna estos días, lo que reduce la contaminación lumínica en el cielo. "Vamos a tener suerte porque el día 19 es Luna nueva, por tanto el 21 va a haber muy poca luna", señala Pérez Verde. El año pasado este fenómeno apenas se pudo observar en el cielo porque hubo Luna Menguante el 16 de octubre.
La tasa de actividad que dejarán las Oriónidas será de 23 meteoros por hora, y tendrán una velocidad de 66 kilómetros por segundo, una "velocidad alta" según el divulgador científico. Las Perseidas de agosto, por ejemplo, tienen una velocidad de 59 kilómetros por segundo, mientras que las Gemínidas de diciembre se desplazan a 35 kilómetros por segundo.
Para poder ver este fenómeno astronómico, Pérez Verde recomienda observar al cielo sin ningún tipo de artilugio o telescopio. "Lo mejor es a simple vista, porque lo que interesa es cubrir la mayor parte de cielo posible", aconseja.