MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
Una nube masiva de gas se estrellará contra la Vía Láctea en unos 30 millones de años, pero no hay peligro real para nuestra galaxia, según la NASA.
Nuevas observaciones del telescopio spacial Hubble sugieren que esta aglomeración de gas, llamada Nube de Smith, fue expulsada desde la Vía Láctea hace mucho tiempo. Un nuevo video de la NASA describe el descubrimiento de la nube en 1963 y lo que los investigadores saben.
"No comprendemos completamente el origen de la nube de Smith", dijo Andrew Fox, un astrónomo del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial, que dirigió la investigación, en un comunicado de la NASA.
"Hay dos teorías principales, una es que fue expulsada de la Vía Láctea, quizá por un grupo de explosiones de supernovas, y la otra es que la Nube de Smith es un objeto extragaláctico que ha sido capturado por la Vía Láctea".
El equipo de Fox examinó la nube usando el Espectrógrafo de Orígenes Cósmicos de Hubble y vio evidencia de azufre, que absorbe la luz ultravioleta de los núcleos de tres galaxias que se encuentran más allá de la nube. El equipo encontró que la cantidad de azufre en la Nube de Smith es la misma que se encuentra en el disco externo de la Vía Láctea, lo que sugiere que ambos objetos provienen de la misma familia.
"La nube parece haber sido expulsada de dentro de la Vía Láctea y ahora está retrocediendo", dijo Fox. "La nube se está fragmentando y evaporando a medida que avanza a través de un halo de gas difuso que rodea nuestra galaxia.
"Esto significa que no todo el material en la Nube de Smith sobrevivirá para formar nuevas estrellas", añadió. "Pero lo que quede debería producir una explosión impresionante de formación estelar".
Todavía no está claro qué acontecimiento arrancó esta nube del disco de la Vía Láctea y cómo se mantuvo unida durante tanto tiempo, informa Space.com. Lo que se sabe, sin embargo, es que en aproximadamente 30 millones de años, se estrellará en el brazo de Perseo de nuestra galaxia, uno de los dos principales brazos espirales de la Vía Láctea. Cuando eso suceda, habrá una oleada de formación estelar cuando las nubes de gas en el brazo espiral estén comprimidas.