MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
Astrónomos ha usado el telescopio ALMA en Chile para descubrir una protoestrella adolescente que está pasando por una sucesión de acelerones del crecimiento.
La evidencia de este joven inquieto se ha registrado en un par de chorros intermitentes que fluyen lejos de los polos de la estrella.
Conocida como CARMA-7, la protoestrella es una de las docenas de objetos similares que existen en el cúmulo estelar de Serpens Sur, que se encuentra a unos 1.400 años luz de la Tierra.
"Esta joven protoestrella está pasando por períodos de rápido crecimiento separados por períodos de relativa calma", ha señalado una de las autoras del trabajo, Adele Plunkett. Según ha destacado, "esta formación estelar ofrece importantes conocimientos sobre la interacción caótica de una agrupación de estrellas jóvenes".
Los expertos indican que todas las estrellas se forman en densas nubes de polvo y gas. El material se condensa y la estrella comienza a evolucionar, mientras que los objetos circundantes forman un disco giratorio aplanado que fluye sobre su superficie. Debido a la energía de rotación del material en el disco y con la ayuda de los campos magnéticos de la estrella, una parte de ese material se expulsa de los polos de la estrella, formando un par de aviones que se pueden ver con los telescopios de radio como ALMA.
En una encuesta reciente de varias protoestrellas en la región Serpens Sur, los astrónomos se sorprendieron al encontrar uno con chorros brillantemente definidos que parecen girar con una regularidad sorprendente. La protoestrella y sus chorros están orientados de tal manera que el material expulsado desde la parte superior se mueve alejándose del observador, mientras que el de la parte inferior viaja en dirección contraria.
Además, los datos de ALMA revelan que hubo 22 eventos de eyección distintos asociados con la protoestrella CARMA-7, según se recoge en el artículo publicado en 'Nature'. Estas salidas, que viajan hasta 2.460 millones de kilómetros de la protoestrella, también están afectando al cluster circundante y mezclándose con otros chorros.
"Estas fuentes son tan jóvenes que ni el óptico ni la luz del infrarrojo cercano podría dar una imagen completa de la protoestrella y su salida. Esto demuestra lo valioso que es ALMA para la observación de una región como esta", explica la investigadora en un comunicado.