MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
Científicos han estudiado la evolución del campo magnético solar y el número de manchas en la superficie del Sol, con un gráfico de actividad que se remonta a hace mil años y alcanza hasta el 3200.
La magnitud y la configuración espacial del campo magnético de nuestra estrella cambia con los años. Cada 11 años, el número de manchas solares disminuye drásticamente. Cada 90 años, esta reducción (cuando coincide con el ciclo de 11 años) reduce su número a alrededor de la mitad. Cada 300-400 años el número se reduce casi a cero. El hito de este tipo corresponde al Mínimo de Maunder, que duró aproximadamente desde 1645 a 1715. Durante este período, se registraron alrededor de 50 manchas solares, en lugar del promedio de 40.000-50.000.
El análisis de la radiación solar mostró que los altibajos casi coinciden con los máximos y mínimos en el número de manchas. Estudiando cambios en el número de manchas solares, y analizando el contenido de isótopos como el carbono-14, el berilio-10, y otros, en los glaciares y los árboles, estos investigadores han concluído que la actividad magnética solar tiene una estructura cíclica.
El grupo de científicos - Valentina Tarasova (Universidad de Northumbria, Inglaterra, Instituto de Investigación Espacial, Ucrania), Elena Popova (Universidad de Lomonosov), Simon John Shepherd (Universidad de Bradford, Inglaterra) y Sergei Zharkov (Universidad de Hull, Inglaterra) - analizaron tres ciclos de actividad solar entre 1976 a 2009, con el llamado "análisis de componentes principales," que revelan olas del campo magnético solar con una mayor contribución de los datos de observación.
Como resultado del nuevo método de análisis, se encontró que las ondas magnéticas en el Sol se generan en pares, y el par principal es responsable del intercambio en el campo dipolar, que se observa cuando la actividad solar está cambiando. Los científicos han logrado obtener fórmulas analíticas que describen la evolución de ambas ondas. El estudio se publica en Scientific Reports.
Usando dos ondas del campo magnético encontradas empíricamente, Elena Popova concluyó que los mínimos de la actividad magnética solar pueden ser causados por el proceso de latidos de estas dos ondas. Cada una se genera a diferentes profundidades en el Sol y las ondas tienen frecuencias similares. Como resultado del aumento del campo magnético en la superficie, las ondas empiezan a interactuar hasta unos latidos de amplitud del campo magnético resultante. Esto conduce a una disminución significativa de la amplitud del campo magnético durante varias décadas.
Al poner de relieve el período indicativo de los latidos (que es de varios siglos), los científicos han reconstruido la actividad solar desde la antigüedad (a partir del año 1200) y han hecho predicciones hasta el año 3200. El gráfico tiene en cuenta que la actividad solar disminuye dramáticamente cada 350 años, y la próxima disminución de la actividad solar comienza en la actualidad.
Estudios han demostrado que en los últimos 400.000 años ha habido cinco periodos de calentamiento global y cuatro edades de hielo. ¿Qué los desató? ¿Cuánto puede afectar la actividad solar al cambio climático? Este problema sigue sin resolverse y es muy relevante y un reto interesante, señala Popova. Hay una serie de teorías que sugieren diferentes grados de impacto de la actividad solar en tiempo y el clima, y ahora puede ser un buen momento para ponerlas a prueba, señala esta investigadora.