MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
El telescopio Hubble ha capturado la primera imagen de una explosión de supernova tras haber sido predicha, a partir de modelos del cúmulo de galaxias cuya gravedad deforma la luz de la supernova.
Muchas estrellas terminan sus vidas con una con una explosión, pero sólo unas pocas de estas explosiones estelares han sido sorprendidas en el acto. Cuando lo son, ha sido cuestión de suerte, hasta ahora. El 11 de diciembre de 2015 los astrónomos no sólo fotografiaron una supernova en acción, sino que la vieron cuándo y dónde habían predicho que estaría.
La supernova, apodada Refsdal, ha sido vista en el cúmulo de galaxias MACS J1149.5 + 2223. Aunque su luz ha tardado unos 5.000 millones de años en llegar hasta nosotros, la propia supernova explotó mucho antes, hace casi 10.000 millones de años, informa el sitio web de la ESA dedicado al Hubble.
La historia de Refsdal comenzó en noviembre de 2014, cuando los científicos detectaron cuatro imágenes separadas de la supernova en una disposición rara conocida como Cruz de Einstein alrededor de una galaxia dentro MACS J1149.5 + 2223. La ilusión óptica cósmica a la deformación provocada por la gravedad del cúmulo al que pertenece la galaxias, que magnificó la luz de la explosión estelar distante en un proceso conocido como lente gravitacional.
"Mientras estudiamos la supernova, nos dimos cuenta de que la galaxia en la que explotó ya se sabía que era una galaxia que estaba siendo enfocada a través del cúmulo", explica Steve Rodney, co-autor, de la Universidad de Carolina del Sur. "La galaxia anfitriona de la supernova apareció en al menos tres imágenes distintas causadas por la deformación del cúmulo de galaxias."
Usando otras galaxias enfocadas a través de lentes dentro de la agrupación y combinándolas con el descubrimiento del evento Cruz de Einstein en 2014, los astrónomos fueron capaces de hacer predicciones precisas para la reaparición de la supernova. Sus cálculos también indican que la supernova apareció una vez en una tercera imagen de la galaxia anfitriona en 1998, un evento no observado por ningún telescopio. Para hacer estas predicciones tenían que utilizar algunas técnicas de modelado muy sofisticados.
"Utilizamos siete modelos diferentes de la agrupación para calcular cuándo y dónde iba a aparecer la supernova en el futuro. Fue un gran esfuerzo por parte de la comunidad reunir los datos de entrada necesarios utilizando los telescopios Hubble, VLT-MUSE y Keck y construir los modelos de lentes ", explica Tommaso Treu, autor principal del artículo que comparó los modelos, de la Universidad de California en Los Ángeles. "Y notablemente los siete modelos predijeron aproximadamente el mismo marco de tiempo de cuándo aparecería la nueva imagen de la estrella en explosión".
Desde finales de octubre 2015 el Hubble ha estado mirando periódicamente en MACS J1149.5 + 2223, con la esperanza de observar la repetición única de la explosión distante y probar los modelos correctos. El 11 de diciembre Refsdal finalmente cumplió con lo esperado.