MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto los primeros indicios de agua en el sistema TRAPPIST 1, con siete planetas del tamaño de la Tierra, que fue descubierto a comienzos de año.
Este hallazgo podría abrir la puerta a que fueran habitables, según ha informado la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA).
Los indicios se han conseguido gracias al telescopio espacial 'Hubble' de la NASA/ESA, que ha desvelado que los planetas exteriores del sistema podrían albergar "cantidades sustanciales de agua", que incluyen tres planetas dentro de la zona habitable de la estrella.
El 22 de febrero de 2017, los astrónomos anunciaron el descubrimiento de siete planetas del tamaño de La Tierra que orbitan la estrella enana ultrafina TRAPPIST-1, a 40 años luz de distancia. Esto hace de TRAPPIST-1 el sistema planetario con el mayor número de planetas con este tamaño descubiertos hasta ahora.
A raíz del descubrimiento, un equipo internacional de científicos liderados por el astrónomo suizo Vincent Bourrier del Observatorio de la Universidad de Ginebra, utilizó el Espectrógrafo de Imágenes de Telescopio Espacial (STIS) en el Telescopio Espacial Hubble de la NASA y la ESA para estudiar la cantidad de Radiación ultravioleta recibida por los planetas del sistema, que puede dar indicios de agua.
Según Bourrier, "la luz ultravioleta de las estrellas puede romper el vapor de agua en hidrógeno y oxígeno" y, al ser ligero, el gas hidrógeno puede escapar de la atmósfera de los exoplanetas y ser detectado en los alrededores con telescopios como ha hecho el Hubble.
Por otro lado, la cantidad observada de radiación ultravioleta emitida por TRAPPIST-1 sugiere que los planetas interiores podrían haber perdido cantidades gigantescas de agua, equivalentes a 20 océanos de La Tierra durante los últimos ocho mil millones de años, tal y como han señalado. Sin embargo, los planetas exteriores habrían perdido mucho menos agua, por lo que es otro indicio de que se "podría haber retenido" agua en estos planetas.
No obstante, Bourrier ha matizado que "no se puede concluir que haya agua" y que "hay que seguir investigando", sobre todo en los planetas exteriores con el próximo Telescopio Espacial James Webb, de forma que se determinará si los planetas son o no habitables.