MADRID, 17 Oct. (@CIENCIAPLUS) -
Astronomos han logrado explicar la formación y propagación a través de distancias astronómicas de chorros de materia emitida por las estrellas. Se trataba de uno de los misterios más fascinantes misterios de la astronomía moderna.
Con un dispositivo experimental patentado y simulaciones numéricas de gran escala, el equipo obtuvo datos consistentes con las observaciones astrofísicas. Los resultados de esta investigación, publicados en Science, abren nuevas oportunidades para estudiar el papel de los campos magnéticos en astrofísica y fusión termonuclear fusion. El autor principal es Bruno Albertazzi, estudiante de doctorado en el programa de ciencias de la energía y los materiales del INRS (Instituto Nacional de Investigación Científica).
El equipo de científicos de Francia, Canadá, Italia, Alemania, Reino Unido, Rusia, Japón y los Estados Unidos demostró que los chorros estelares se pueden limitar por un campo magnético a gran escala alineado con su eje. "Además de ser consistente con los datos de la astrofísica actual, el mecanismo propuesto ayuda a explicar las emisiones intrigantes de rayos X en chorros que se han observado por el telescopio espacial Chandra", explica el profesor emérito del INRS Henri Pépin, que participó en la investigación. "Este mismo mecanismo podría estar en juego en otros tipos de chorros astrofísicos como enanas blancas, estrellas de neutrones y agujeros negros."
Como parte del proyecto, los científicos desarrollaron un modelo del campo magnético interestelar con el fin de estudiar los chorros de plasma de estrellas emergentes. Fueron capaces de simular este fenómeno en el laboratorio por primera vez usando un plataforma combinada experimental de láseres de alta intensidad y campos magnéticos intensos.
Tras producir plasma a una pequeña escala típica de la atmósfera de las estrellas jóvenes, los investigadores generaron una representación del campo magnético del medio interestelar dentro de unos pocos centímetros cúbicos durante unas pocas millonésimas de segundo. Las supercomputadoras se utilizaron entonces para modelar nuevas estrellas jóvenes, así como el experimento de laboratorio. Estas simulaciones confirman el papel clave de los campos magnéticos interestelares en la creación, aceleración, y dirección de los chorros que viajan distancias astronómicas.