¿Y si el Universo resuena como un vaso de cristal?

MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Dos físicos de la Universidad del Sur de Mississippi han descubierto que el universo no sólo podría estar en expansión, sino también resonando como un timbre al mismo tiempo.

   El artículo sobre el tema obra de Lawrence Mead y Harry Ringermacher ha sido publicado en la edición de abril de 2015 del Astronomical Journal.

   En 1978, Arno Allan Penzias y Robert Woodrow Wilson recibieron el premio Nobel por su descubrimiento de 1964 de la clave de esta teoría, la radiación primordial que proviene de los inicios del universo conocida como el "fondo cósmico de microondas" (CMB).

   "Luego, en 1998, el descubrimiento de que el universo no sólo se expande, sino que se acelera en su expansión fue un shock", dijo Mead. "Una nueva forma de materia, la energía oscura, repulsiva en la naturaleza, era la responsable de la aceleración. Los equipos dirigidos por Saul Perlmutter, Adam Riess y Brian Schmidt ganaron el Premio Nobel 2011 de Física por este descubrimiento".

   Según Mead y Ringermacher, un cambio de un freno en la velocidad de expansión del Universo a una aceleración (el tiempo de transición) tuvo lugar hace aproximadamente 6 a 7 mil millones años. Dicen que una gran acumulación de datos de alta tecnología ha verificado la teoría con extraordinaria precisión.

   "El nuevo hallazgo sugiere que el universo se ha ralentizado y acelerado, no sólo una vez, sino 7 veces en los últimos 13.800 millones de años, emulando el promedio de materia oscura en el proceso", dijo Mead. "Esta resonancia ha estado decayendo y ahora es muy pequeña, como golpear un vaso de cristal y oir su vibración menguante".

   Ringermacher y Mead han determinado que esta oscilación no es una onda en movimiento a través del universo, tal como una onda gravitacional, sino que más bien se trata de una "onda del universo".

   Mead y Ringermacher dicen que este hallazgo en última instancia debe ser verificado mediante análisis independientes, dando preferencia a los nuevos datos de supernovas. Mientras tanto, su trabajo sobre la resonancia del universo continúa.