MADRID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un modelo climático desarrollado en la Universidad de Colorado ha abierto la puerta a la posibilidad de que solo uno de los siete planetas alrededor de Trappist-1 pueda realmente albergar vida.
El pasado mes de febrero, un grupo de astrónomos descubria este sistema de siete planetas del tamaño de la Tierra a 40 años luz de distancia y apuntaban que tres de los planetas se encuentran en la zona habitable y podrían albergar océanos de agua en sus superficies, aumentando la posibilidad de que el sistema pudiese acoger vida.
Sin embargo, a través de un modelo climático realizado en 3D y publicado en arxiv.org, Eric Wolf --del Laboratorio de Física y Atmósfera Espacial-- ha concretado que "el planeta del medio (e) representa la mejor oportunidad para un mundo habitable en el sistema Trappist-1". Mientras, ha explicado que "si alguna vez existió agua en los planetas interiores (b, c, y d) habrían sido sometidos a un efecto invernadero fuera de control y se hubiera perdido su agua hacia el espacio, lo que les deja hoy secos".
Asimismo, ha indicado que "por el contrario, los tres planetas exteriores (f, g, y h) caen más allá del borde exterior máximo de CO2 de efecto invernadero de la zona habitable" y los resultados del modelo muestran que los planetas exteriores no pueden ser calentados.
Igualmente, los responsabñles del hallazgo ya señalaron que los modelos climáticos sugieren que los planetas más interiores de TRAPPIST-1 son probablemente demasiado calientes para albergar agua líquida, excepto tal vez en una pequeña fracción de sus superficies.
Además, indicaron que la distancia orbital del planeta más externo del sistema, TRAPPIST-1h, no se ha confirmado, aunque es probable que sea demasiado distante y frío para albergar agua líquida, suponiendo que no esté teniendo lugar ningún proceso de calentamiento alternativo.
Pos su parte, el Telecopio Espacial Hubble de NASA/ESA ya está siendo utilizado para buscar atmósferas alrededor de los planetas y el miembro del equipo, Emmanuël Jehin, se mostró entusiasmado con las futuras posibilidades. "Con la próxima generación de telescopios como el E-ELT (European Extremely Large Telescope de ESO), y el telescopio espacial JWST (NASA/ESA/CSA James Webb Space Telescope) pronto podremos buscar agua e incluso pruebas de vida en estos mundos", indicó hace unas semanas, coincidiendo con la publicación del descubrimiento.